El día 18 de junio de 2005 era la fecha anunciada por el trío mostoleño (o ya madrileño en general) Sobrinus, para hacer su concierto de despedida. Se iba para siempre (o eso dicen, que con estas cosas no se sabe…) quizás uno de los mejores grupos que hayan salido de este país, un grupo que parecía que podía continuar en la senda de los míticos Los Enemigos, pero al final gracias al poco éxito de su autoproducción «13 Muecas Compiladas» unido al fiasco que aún guardan de su intención por fichar por una discográfica importante han sido los claros detonantes para la disolución. En los últimos tiempos han creado proyectos paralelos, como Adrede, que han acelerado el proceso.
Como decíamos, ese sábado era la despedida. Parecía que todo se alineaba en contra del concierto ese día, pues el metro cercano a la sala (Moncloa) estaba en obras en una de sus líneas, ese día había dos acontecimientos multitudinarios Carlinhos Brown con su Carnaval y la manifestación del Foro de la Familia contra el matrimonio homosexual (eso si que era un verdadero carnaval…). Todo esto produjo que un concierto que estaba programado para comenzar a las 22:00 no comenzara hasta bien pasadas las 22:20, pues nada mas llegar a la sala poco antes de las 10 vimos un vacío mas que triste en la sala-barco que es Copérnico. De modo que el concierto se retraso hasta la llegada de la gente, cosa que vino fenomenalmente a la propia sala, que vendía tercios de cerveza a la nada desdeñable cantidad de 5 euros… ¡Así da gusto! También destacar que el grupo regalaba con la entrada un DVD con imágenes del grupo en Tv y algunos videos y directos, que tuvo que hacerse de manera muy precipitada como bien indico el bajista del grupo luego en escena.
Como comentábamos algo mas tarde las 22:30 salió a escena, entre una maraña de aplausos, por ultima vez Sobrinus. Sin mediar mas palabra y entre los aplausos que continuaban, atacaron un clásico de la discografía «sobrina»: “¿Vives Cómodo?”. La gente encantada coreo el tema como si fuera un tema suyo propio, y es que una de las grandezas de este grupo es la cercanía que siempre han demostrado. Así fueron cayendo temas míticos uno tras otros: “Hit”, “Quierete”, “Jesmar” o “Ni Se”.
Faltaron pocas canciones de su repertorio, pero si se echaron de menos algunas, por aquello de falta de horario. Aún así ellos intentaron tocar apresuradamente y sin meter demasiado «morcilleo», para que disfrutáramos más. Sonaron de la primera época de Sobrinus temas como “Pitufa” (el público cantó todo, pero en este tema ya Sydney directamente volvió su micro hacia el público para que cantara…), “Jesmar” o la jazzística versión de “Suerte” que se marcaron con un invitado, Juan P. Helguera manager de la banda y ahora compañero de Sydney en Adrede.
De la época «Zapin» sonaron prácticamente todas y cada una de las canciones, aunque yo particularmente de menos todo un clásico: “Ex-Latin Lover”.Aún así sonaron excelentes versiones de “Discoteka beat” o “Mona Lisa” donde el público bailó y salto como nunca entre ritmos funkys, o la emotividad de canciones como “Sirena de Charca” o “Ámame Si” o una de las ultimas canciones del concierto que se ganó una mas que merecida emoción: la genial “Café Expresso” (o como hacer de un juego de palabras tan estúpido una canción tan memorable). En general de todos es sabido que Zapin fue quizás la obra que llevo a Sobrinus un poco mas arriba y la que hizo que se replantearan su futuro hacia una discográfica algo mas alejada del colegueo. Como he dicho antes, el fracaso en esa búsqueda de discográfica fue lo que llevo al grupo a tener que pasarse mucho tiempo sin editar nada, cosa que provocó (entre muchas otras cosas internas) la marcha del batería de la banda Loza, al que le dedicaron en aquel concierto despedida la ultima canción que grabó para Sobrinus: “Camarón”. Fue la gran ausencia, pero aunque en principio si estaba prevista la aparición estelar de este gran batería, al final compromisos con Deluxe le mantuvieron alejado de Madrid.
De la ultima etapa sonaron también prácticamente todos los temas de las «13 Muecas Compiladas». Gran versión de la inicial del disco “Loba”, que hizo mover al personal tanto o mas que lo conseguido en “Ya No Soy Un Pez” y en “Hit”. Tremendamente intensas (con el publico coreando la letra de principio a fin) fueron “Quiérete” y también “Reina de la Miel”. Se echó de menos una aparición estelar de Josele Santiago en “La Música Es Un Dios”, en “Mr. Moi” nos recordaron a los Sobrinus de los inicios, con una de sus canciones mas Primus. También bastante simpático el momento “Saber No Ocupa Lugar” en que Javi dedico a su abuela, en honor a la letra de la canción. Para finalizar interpretaron la segunda canción de este disco, “La Noche Me Domina” que puso un buen broche final a esa noche y a esa carrera musical, pero que desde luego nos dejo un mal sabor de boca por el ansia de más tanto aquella noche como el resto, pero no habría mas Sobrinus.
El estricto control de horario de la sala no permitió que salieran a tocar mas, así que el grupo saco champán, salpicaron al publico y un claramente emocionado Javi (durante todo el concierto emocionadísimo) lanzo su camisa contra la gente para después gritar un «Nos vemos ahora en Siroco». Así que pues eso, esperaremos que algún día vuelvan a Siroco, pero como Sobrinus.