Conciertos pequeños, más bien, de tamaño ultrareducido como el que nos ocupa, sirven para constatar como se mueve el ambiente de conciertos en la capital. Prácticamente no hay salas para los que empiezan a tocar, y los altos alquileres, exigen un grado de profesionalismo que las bandas noveles no tienen. Las bandas con un cierto bagaje, por este motivo, al final se implan a tocar en la capital y muchos de los que acudimos habitualmente a conciertos llegamos a saturarnos de estas bandas, porque son las que habitualmente nos encontramos teloneando a bandas más reconocidas del circuito internacional. Al final, estas bandas mueven menos público por saturación que lo que hacen otras bandas que habitualmente no tocan, por la falta de salas. Es la pescadilla que se mueve la cola.
A través del foro de Doom & Stoner Community tienes el conocimiento de que una de estas bandas pequeñas de Madrid, Dispain, se ofrece para tocar. A la llamada responde Ivan (también cantante de Warchetype), ofreciéndose para tocar junto a ellos en Madrid. El problema, el de siempre. ¿Dónde se puede organizar un concierto que por sus características nunca va a congregar a más de cincuenta personas? Después de mucho mirar, nos acogen en una pequeña sala del norte de Madrid, Chill Bill, prácticamente sin medios, en los que los propios miembros de las bandas les hacen el favor de solucionar el tema iluminación … Tremendo.
Dispain cumplen con su doble función de sobra, más que otras bandas de la capital más reconocidas. Atraen a un público ansioso de ver a sus amigos por algún medio, cosa que otras bandas de la capital, más experimentadas, por saturación, no harían y por otro lado, cumpliendo perfectamente en lo musical. Aunque tienen ciertos problemas durante la prueba de sonido para cuadrar la voz con los instrumentos, pero durante el concierto salvan este problema. Temas como «VII» o el que ellos denominan «el rápido» suenan adecuadamente en la limitada de medios, Chill Bill, a base de sonido de amplis. Los amigos disfrutan en las primeras filas con su propuesta de doom-crust-sludge, headbangins incluidos y ellos ganan experiencia, dando muestras de que les falta rodaje, pero que son una banda con futuro, a la que hay que tener en cuenta.
Silence Equals Death, por el contrario, ya son una banda curtida, con amplia experiencia en el circuito catalán, a los que les faltaba tocar en Madrid. «What You Don’t Kill Makes You Stronger» fué el tema elegido para iniciar el corto concierto seguido de «Remains». Como absoluto maestro de ceremonias Ivan lo dá todo animando al público, moviéndose por el reducido escenario y la sala con un micro inalámbrico, demostrando una facilidad tremenda para cantar tanto en limpio como en gutural. No en vano posee una de las mejores voces de este país, pero el hacer una música para minorías, no le reporta el reconocimiento masivo. Como el mismo me comentó, cuando me presenté y le dije, «Hombre, el famoso Rapustin» (nick forero), «Hombre, famoso no todo lo que debiera con lo que me lo curro». Más razón que un santo, o en este, caso, un demonio. El resto de la banda no le va a la zaga musicalmente, aunque lo reducido de la sala y el escenario provocó que alguno tuviera que dar el concierto de cara a las columnas, sonando perfectamente en una propuesta de Death Metal – Metalcore, a todo volumen. Ya sin camiseta, Iván sigue animando al público con «Winds of Defeit«, el único tema que conocía antes del concierto, con presentación recordando los males del Sr. Bush, y cerrando un corto pero intenso concierto con «Stones».
Al final, quejas vecinales por el volumen provocaron que apareciera la policía municipal para acosar a la sala e impidieron a los grupos desmontar hasta casi las dos de la mañana (el concierto acabo a las doce). Se entiende a los vecinos, pero es una pena que a salas pequeñas que apuestan por propuestas minoritarias se les acose de esta manera, cuando debería ser el propio ayuntamiento el que las debería fomentar, como una alternativa de ocio válida, pero es lo que hay.
Dispain cumplieron con nota su función. En su próximo concierto, el 1 de mayo en Barracudas se hará todo lo posible para estar allí. Los temas para los que nos gustan este tipo de sonidos «mugrosos» están bien y es una banda a la que habrá que seguir su evolución. Silence Equals Death son una gran banda a la que sólo le hace falta ser más conocida e Iván, un auténtico crack. Un gusto, para el que escribe, poder facilitar que se celebren conciertos así.