/Crónicas///

Saint Vitus – Madrid (11/02/2010)

Scott "Wino" Weinrich (voz), Dave Chandler (guitarra), Mark Adams (Bajo), Armando Acosta (Bateria)
9.0
Penélope, 140 personas
Precio: 22 € (25 en taquilla)
Géneros:

Set List: «Living Backwards», «I Bleed Black», «Clear Windowpane», «The War Starter», «Look Behind You», «The Troll», «White Stallions», «Mystic Lady», «Saint Vitus» – bis – «Dying Inside», «Born Too Late».

La organización de conciertos es un tema muy complicado, especialmente en España: no es un país de paso y además no es un país con una tradición de conciertos fuerte, fuera de los cuatro grupos que pitan en los medios generalistas. Los grupos para venir a España piden cachés desorbitados y esto se refleja en unos precios altos de las entradas. La otra opción es que esos grupos no se pasen por aquí. Lo que paso en el concierto de Saint Vitus fue una combinación de eso, junto con una mala fama creada por parte de la sala en la que se celebró el concierto (vease concierto de The Melvins e Isis), y que los promotores a la hora de cerrar el concierto, todavía no podían conocer. El resultado de esto y aquello, fue una asistencia de 140 personas al evento cuando el aforo de la sala es de 1.200 personas. Un auténtico varapalo inmerecido para gente que hace esto porque le gusta esto y porque Saint Vitus son una auténtica banda de referencia del doom metal.

Viaje a 800 abrían la velada ante una paupérrima entrada. Si en un concierto más barato, mucha gente hubiera a ido sólo por ellos, aquí la gente acudió algo más tarde. Son cinco veces las que he visto con esta a Viaje a 800 en el último año. Penélope no es una buena sala para ellos y el que les haya visto tantas veces, hace que el show se me haga reiterativo. El sólo central de batería ya no me sorprende. Con todo, son una banda que aunque las circunstancias no eran las más propicias, es imposible verles dar un mal concierto. La novedad estuvo en que intercalaron nuevos temas sobre el repertorio habitual. A ver si cae pronto ya el nuevo disco.

Centurions Ghost fueron a los que peor les sentó la mala acústica de la sala. El sonido fue una bola. Por otro lado, la gente que allí se congregó son amantes del doom más clásico de los anfitriones Saint Vitus. Centurions Ghost son una actualización del Doom-Sludge. Por este motivo, no levantaron para nada el entusiasmo del respetable. Tampoco ayudaron las poses Nu Metaleras del cantante. A pesar de ello, por mi lado, fue un concierto que disfruté bastante en primera línea de público. La instantaneidad de los riffs de la banda de temas como «Walking Through Walls» me llega fácilmente.

Y llegó el turno de los esperadísimos Saint Vitus. Aunque comenzaron con uno de los temas más reconocibles del repertorio «Living Backwards«, le costo otro tema más, «I Bleed Black», en entrar verdaderamente en calor, ellos y el público. A partir de ahí, la comunión fue perfecta dando un concierto que justificaba, por sí sólo, el alto precio de la entrada. El dúo de frontmen formado por Dave Chandler y Scott «Wino» Weinrich dio credibilidad a un concierto que era precisamente lo que más necesitaba. Más que a Wino, yo destacaría el sonido de guitarra de Chandler, en un show que no se resintió para nada del sonido de Penélope como sus predecesores, entiendo también que por lo básica y lo directa de la propuesta. Mark Adams me pareció un bajista gris, pero mucho mejor la bestia de Armando Acosta a la batería, con el magnifico sólo que nos interpreto durante «The Troll». Wino y Chandler fueron entrando en calor hasta romper el escenario, tanto en los temas más doom, como en el repertorio mas acelerado. Curioso verles beber a uno y a otro bourbon y vodka «suavizado» con cerveza y como Wino en pleno éxtasis musical se lanzó sobre las primeras filas del público a pesar de la edad. Sólo faltaba la guinda final para el espectacular concierto y fue el temazo que es «Born Too Late» para cerrar el concierto. Como único pero, que se dejaron, «Burial At See» que si interpretaron en otras citas, entiendo que por problemas de tiempo.

Los Viaje a 800 a lo suyo. Esto es, buen concierto, tras buen concierto. Aunque sería bueno que variasen la estructura, porque han perdido capacidad de sorpresa. Centurions Ghost, a mí me gustaron, pero al público, no. Será cosa de verles con un público más especifico. Y Saint Vitus se pegaron un conciertazo de época, demostrando que a pesar de la edad, el que es bueno sigue siendo bueno, y el que es creíble sigue siendo creíble. A pesar del tremendo autobus que usan para la gira. Pero sobre todo agradecer a promotores que aman la música, que se arriesguen con propuestas tan minoritarias. Una pena que económicamente el concierto no saliera bien. Al menos, les queda el consuelo, de que, artísticamente, fue una auténtica pasada. 

 

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11 de febrero de 2010