/Crónicas///

Rock Werchter Festival – Werchter (01/07/2006)

9.8
Bosques y campos de Werchter, 80000
Precio: 130 € abono/60€ dia

Los dos días de festival que nos quedaban por delante empezaban mucho mas pronto para nosotros que los dos anteriores. Habíamos pasado la prueba del segundo día con éxito, tras haber demostrado lo pardillos que somos ante un festival tan grande como este. De nuevo desayunamos (como buenamente pudimos), una duchita y corriendo para el Main Stage para disfrutar de una banda que había terminado ganándose ser una de las mas esperadas para nosotros. A las 12:30 estaba previsto que los australianos Wolfmother salieran al escenario y así fue.

Llegamos justitos, de hecho hasta que no me dijeron que al final no vienen a Madrid de teloneros de Pearl Jam no empecé a correr para no perderme nada de nada. La escasa actuación se limito a 6 temas, todos ellos de su disco de debut con el que tanto han sorprendido. Un sol de justicia y no excesiva expectación (aunque si, mucho mas curioso del que puedes encontrar en cualquier primer grupo de cualquier festival español) era lo que Wolfmother se encontraron. Para contrarrestar eligieron sabiamente un comienzo tan impecable como el de «Dimension». Muy buen sonido los de este trío: la batería de Myles Heskett sonó contundente durante los 45 minutos del concierto, Chris Ross alterna en escena el bajo con el teclado de manera bastante peculiar (sobre todo esa manera de tocar el teclado volcándolo es cuanto menos curiosa) y por último el cantante y guitarrista Andrew Stockdale, que en principio estuvo algo estático pero que termino destapándose como un front-man realmente imparable, jamás pensé que se moviera tanto… Durante ese periodo algo más estático de su cantante y el resto de la banda, sonaron «Pyramid» y «Apple Tree» que a pesar de lo poco movido del concierto no podemos decir otra cosa que fue impecable y poderosa al mismo tiempo la ejecución de estas tres primeras canciones. Si decimos que solo hicieron seis canciones, pero que tocaron 45 minutos, podéis imaginar que son el tipo de banda que gusta de improvisar y de alardear con la guitarra y el teclado. Así pasó durante todo el concierto, que podría haber sido de lo mejor del festival de haber sido a otras horas mas apropiadas. Las tres canciones que quedaban fueron alargadas aún mucho más, y todos estábamos mucho más contagiados por la música, sobre todo en las primeras filas que a pesar del calor se movían y mucho. La banda se vino mas arriba y sobre todo su cantante, que nos deleitó con un «White Unicorn» impresionante solo mejorado por la posterior «Woman» más vigorosa que la versión del disco. Realmente no sabía que me iba a encontrar, si a una especie de The Strokes-modernetes-rockeros-borrachos o una apisonadora como en su disco de debut, y la verdad que demostraron que en directo rockean y mucho. Para finalizar una extendidisima «Joker Minds Eye», que según parece suelen utilizar para cerrar y todos bastante contentos nos marchamos de ese sofocante calor.

El día venia plagado y daba mucho vértigo ver el programa de hoy: primero Wolfmother, luego Arsenal una banda que descubrí con motivo del festival , luego Kaiser Chiefs, Arctic Monkeys, Franz Ferdinand, el esperado concierto de Placebo,el relajado final con Sigur Ros… Mucho vértigo, asi que nos lo tomamos con calma y tras Wolfmother descansamos la media hora de rigor a la sombra y en vista de que no había sombra como para ver a Arsenal, apenas aguante dos canciones. Y es que había que irse al camping a comer algo, aprovechando que hasta las 16:35 no subirían al escenario Kaiser Chiefs. De lo poco que pude ver de Arsenal, a través de las pantallas, puedo decir que sonaron prácticamente igual que en disco y que aunque pude oír «The Coming» y «Switch» me perdí las canciones mas interesantes de su repertorio.

Cuando decidimos volver a la zona de conciertos ya eran casi las 15:00. Decidimos descansar un poco por allí antes de Kaiser Chiefs e ir avanzando para delante tranquilamente para ver su directo. Pero según avanzábamos por la repleta carretera que iba desde los campings hasta la zona de conciertos toda ella repleta de puestos de comida y bebida, oímos Arctic Monkeys puestos de hilo musical. Hicimos la recurrente broma de «Que macarrada sería que estuvieran tocando ya, ¿eh?». Pues sí, cuando oímos la tercera canción repetida lo único que pudimos hacer fue echar a correr. No nos creíamos que a pesar de haber estado viendo a Wolfmother antes, no había ningún cartel que indicara el cambio de Kelis por Arctic Monkeys en el escenario grande debido a la baja de esta en el cartel. Cuando llegue a mi casa, vi un correo del Martes de la Mailing List del festival que contaba el cambio, pero claro: ¡Yo para entonces estaba en Bruselas ya!

Así que como podéis imaginar corrimos la enorme explanada para ir a una de las bandas que mas ganas teníamos de ver, y es que menudo disco han sacado… Las críticas oídas de sus conciertos en España no habían sido buenas, pero nosotros con las 2 canciones y media que habíamos oído de camino, os podemos asegurar que no diferenciábamos ni lo mas mínimo las versiones de «The View From The Afternoon» ni de «Still Take You Home» que alegremente cantábamos paseando por la dichosa carretera. Entramos con «You Probably Couldn’t See The Lights» y ya disfrutamos con «Cigarette Smoker Fionna» en pleno apogeo (canción que no conocíamos apenas). No habia demasiada gente, con lo cual pudimos avanzar mucho y los vimos mejor que en la carpa dónde seguro nos hubiera costado mucho entrar. Con «Perhaps Vampires Is A Bit Strong But..» ya pudimos comprobar que el sonido de la banda era todo lo bueno que uno puede esperar de una banda novel, pero que ha tocado lo mismo que algunas estrellas que rondan por ahí. Me impresionó muchísimo el sonido, eso lo quiero dejar claro, todas las bandas sonaron bien (salvo Red Hot Chili Peppers y poco más) pero no esperaba que por ejemplo Arctic Monkeys clavaran las canciones del disco, hasta en la voz. El movimiento comenzó a no parar, sobre todo desde el comienzo de «Dancing Shoes» muy coreada por nuestros alrededores («The only reason that you came…«) y bailada por toda la explanada entre churretones de sudor y gorritos de colores diversos. Después «Who The Fuck Are The Arctic Monkeys?» de su nuevo EP del mismo nombre nos ofrecía una banda por momentos mas oscura y por otros igual de resultones que siempre. Gustó el tema mucho, pero nada que ver a cuando se oyeron los primeros acordes de lo que fue la presentación comercial de la banda con «I Bet You Look Good On The Dancefloor». Otra que sonó igual de endiablada y escurridiza como en el disco y algo mas acelerada hacia el final. Otro punto anotado. Después disfrutamos de unas guitarras acertadas de «From Ritz To The Rubble» que a pesar de todo, vimos que es de las canciones menos acertadas de su directo (como ocurre en el disco). Tras otra inédita «Leave Before The Lights Come On», vimos otro final sabiamente elegido y es que estos chavales saben muy bien lo que se hacen… Desde luego mucho más que la mayoría de sus compañeros de generación. Primero una celebradísima «When The Sun Goes Down» de la que poco más puedo comentar, una magistral «Mardy Bum» que en directo suena realmente apasionada y apasionante. Sin duda, esta última la mejor de todo el concierto . Despues una divertida «Fake Tales Of San Franciso» que nos hizo bailar de nuevo, tuvimos el broche final con «A Certain Romance» que fue el colofón perfecto para un concierto que no esperaba disfrutar tanto como lo disfrute. No se como fue en Madrid y Barcelona, pero aquí tocaron (y hasta se movieron) como verdaderos «cracks».

Tras el cambio de horario de Arctic Monkeys, fuimos a ver a nuestro en principio primer objetivo de la tarde, Kaiser Chiefs. La banda británica el año pasado no pudo venir al Wintercase 2005 por enfermedades de última hora. Así que fuimos con muchas ganas de disfrutar de su directo con la sonrisa aún del concierto de Arctic Monkeys. Nos situamos en un buen sitio, cercano al escenario debido a que habia muchos espacios. Nos equivocamos, puesto que a las 2 canciones ya estaba aquello repleto de gente. Aún así, poco agobio aparte de un momento en que hubo un pogo (sin ningún sentido) y 4 o 5 niños que se dedicaban a «surfear» por el público (menos sentido aún, pero parece ser que esto en Bélgica es deporte nacional). Tras un perfecto comienzo con «Na Na Na Na Naa» y «Saturday Night» el concierto ya era un auténtico espectáculo. Todos sabemos que el cantante de la banda, vestido con pantalones cortos y corbata, hace de todo menos estarse quieto. Y quieto no estuvo nadie cuando oímos los primeros acordes de «Everyday I Love You Less And Less» su tema estrella en directo. Nada podía ir mal en un concierto Tras un comienzo tan brutalmente enérgico y no lo fue primero por tener un cantante con esa garra y segundo por que tienen canciones y saben defenderlas mucho mejor que en disco. Así fueron cayendo temas nuevos junto a otros como la coreada «Modern Way» o una «I Predict A Riot» que provocó una locura incontrolable entre todos. Tras el estreno de otra nueva («Everything Is Average Nowadays»), «Caroline, Yes» y «Take My Temperature» el concierto habia bajado un poco la temperatura, pero para terminar eligieron sabiamente una «Oh My God» que nos dejó un sabor de boca perfecto. Le sacan muchísimo jugo a eso de ir entre el público haciendo gritar eso de «Oh My God! I Can’t Believe It…», dejándome todo el día en el cerebro la dichosa canción. Saben lo que se hacen, solo necesitamos un disco igual de bueno que «Employment» para esta nueva entrega para seguir disfrutándolos. En definitiva uno de los conciertos del festival, dejaron el pabellón muy alto, sobre todo poniéndose muy difícil a unos Franz Ferdinand que estaban por encima en el cartel.

Nos retiramos a descansar fruto del cansancio cerca de la carpa, al menos la idea era estar solo un ratito para poder vernos luego en el grande a The Raconteurs, la nueva banda de Jack White de The White Stripes. Pero la siempre agradable sombra de los árboles belgas y una curiosa actuación de una chica rubia en la carpa nos hizo estar mas tiempo del esperado en el césped. De la sombra poco que decir, pero de la «lolita algo entrada en años» rubia algo más. Era An Pierlé junto a su banda White Velvet y la verdad que tanto una puesta en escena curiosa y una música agradable para esas horas de la tarde nos hizo prestarle más atención de la esperada. Ella vestida con un un trajecito a cuadros tocaba el piano y el acordeón, algunas veces subida en una pelota grande de plástico, derrochaba actitud por los cuatro costados. Ellos sonaban seguros y preciosos por detrás. Y la música, pues una dulce voz adornada con unos perfectos arreglos y unas bonitas melodías, aunque en otros temas demostraban que sabían hacer temas mas animados. Quizás en disco no sean santo de mi devoción, pero desde luego que en directo lo hicieron bastante curioso.

Aún así, a mitad del concierto decidimos marchar hacia el escenario grande para ver a Jack White. The Raconteurs poco tienen que ver con The White Stripes, pero por aquello de que estaba allí el cantante parecía que el grupo encajaba entre Kaiser Chiefs y Franz Ferdinand. Pero como todos pensábamos, The Raconteurs nada tienen que ver con ese rollo garajero de los «hermanos» White. Sonaban mas sucios en directo incluso que en el disco y la recta final del concierto (lo único que vimos) fue bastante buena. Aún así, creo que la propuesta de la banda se quedaba pequeña ante el mastodóntico escenario grande. Quizás el concierto sobre la hora de Arctic Monkeys hubiera sido mejor, ya que queramos o no son una banda de un único disco. De canciones pues llegamos a tiempo justo de oir «Broken Boy Soldier» que suena mas impetuosa en directo y aparte destacar «Blue Veins» y la final «Hands» como temas bastante aceptables. No lo hicieron mal, pero como decíamos se les quedó grande.

Y si The Raconteurs tenían muy difícil superar tanto al directo de Arctic Monkeys como sobre todo al de Kaiser Chiefs, Franz Ferdinand no era menos. La verdad que son una banda muy interesante y que sus dos discos son dos discos realmente interesantes, pero en nuestra segunda actuación de Franz Ferdinand este año (Los vimos en el Madrid Arena.) nos resultó un concierto regular tirando a aburrido. Quizás fuera por que tras The Raconteurs la gente se amuermo un poco o quizás por que aun teníamos el sol encima, pero no surgió la chispa esperada en su concierto. Sólo surgió en contadas ocasiones como con el inicio aplastante con «This Boy» y «Come On Home», con la injustamente relegada al inicio de actuación «Do You Want To» (demasiado subidón para que luego lleguen temas más anónidos). La voz de Alex Kapranos nunca ha sido nada del otro mundo, pero de nuevo comprobamos que en directo no da la talla, ya que la banda sonar suena bien pero le falta un poco más de pegada. Llegó así el momento mas grande del concierto, primero con la unión de «Walk Away», «Take Me Out» y «The Fallen», en donde volvieron a dejar en evidencia que eso de meter tres singles seguidos en medio del concierto es perjudicial para el final del concierto. «Take Me Out» merece mención aparte. Al igual que con «Do You Want To», no se les puede negar que saben sacarle el jugo necesario. La banda de un lado para otro, dejar cantal al público, mucho grito… En fin, podrían haber sido un final apoteósico pero ellos prefirieron otra cosa. Tras el órdago de singles vinieron cuatro de sus temas más interesantes. Primero la bastante irregular en directo «Darts Of Pleasure», la fenomenal «Matinee» y la aburrida por momentos «40 Ft». Pero mejor fue la cuarta en discordia, «Michael» una de las mejores canciones de su disco de debut. Para finalizar, nada de chicha acabando con una desaprovechada «This Fire». Si estas cerca lo pasas bien, pero aún así con Franz Ferdinand siempre nos pasa algo raro… Dejan en sus conciertos cierto sabor a indiferencia, me podría haber pensado lo de haber visto a Calexico en vez de a los británicos.

El plato fuerte del día, muy por encima de los cabezas de cartel dEUS llegaba. Aún con la claridad del día, pero con una temperatura mucho más agradable. Así salieron Brian Molko y sus dos compañeros de Placebo, bien arropados por otro par de músicos de apoyo. Con una buena puesta en escena, atacaron directamente al protagonista de la noche: la obra que los ha vuelto a poner en lo mas alto de critica y publico. Sí, hablamos de «Meds» su más reciente disco. Ya desde los primeros acordes de «Infra-red», el single en aquel momento, descubrimos dos cosas: la primera era que el sonido de la banda iba a ser probablemente el mejor del festival y por otro lado que además iba a ser uno de los conciertos con mejor ambiente del mismo. Siguieron con toda la atención puesta en el «Meds», algo que quizás mantuvo la histeria colectiva contenida para un gran numero de gente, pero que para otros que tenemos a «Meds» como uno de sus mejores discos supuso un buen alegrón. La propia «Meds», «Because I Want You», «Drag» y «Space Monkey « en menor medida fueron las siguientes maravillas sónicas con las que nos deleitaron. Vimos a un Brian mucho mas suelto y comunicativo, dejando la guitarra en ocasiones más de lado de Stefan o de los músicos que el trío llevaba de apoyo. Además de Brian y Stefan, la batería de un lesionado Steve Hewitt (se cayó y tuvieron que cancelar un par de fechas justamente anteriores al Werchter) se bastaba para mantener el ritmo del concierto, que la verdad fue bastante vivo. Un breve guiño al «Black Market Music» con «Black Eyed « y de nuevo vuelta al «Meds» con un trío de canciones bastante más celebradas. Primero «Post Blue», luego el single «Song To Say Goodbye» que es si cabe más grande en directo que en disco y una muy emotiva «Follow The Cops Back Home». El concierto nos estaba maravillando, quizás hubiera sido algo mejor de haber metido algo en medio de tanto «Meds», sobre todo al principio, pero ellos decidieron dejarlo todo para el final. Y es que en la parte final del set normal decidieron empezar el repaso a su carrera, primero repasando «Without You I’m Nothing» con un enorme «Every You Every Me» que demostró lo archiconocidos que son por estas tierras, más un final apoteósico con posiblemente las dos mejores canciones de «Sleeping With Ghosts» como son la mejorada en directo «Special Needs» y la memorable y siempre coreada «Bitter End». Entre disco y disco nos volvieron a colar el «Meds» con «Blind» y «One Of A Kind» que pasaron sin pena ni gloria. El hecho de que los cabezas de cartel y los que cerraban la noche eran los belgas dEUS nos dio que pensar sobre la duración del concierto de Placebo, pero en seguida resolvimos las dudas cuando vimos que salieron con ganas de hacer algo especial con una «Pierrot The Clown» que sirvió como bonita introducción a la enorme versión de «Running Up That Hill» que llevan todo el verano paseando por Europa, con permiso de Kate Bush. Despues llegó la gran sorpresa con «36 Degrees» que nos hizo despertar un poco del letargo de dos canciones excepcionalmente interpretadas, pero que quizás eran demasiado lentas para ser bises. Enlazaron con «Special K» que fue quizás el momento álgido y en donde pudimos divisar en las pantallas un paquete de los famosos cereales dietéticos que salía de entre el publico. Para finalizar una emotiva «Twenty Years» que nos dejó demasiado fríos. En definitiva, no podemos decir más que fue un conciertazo a pesar de acordarse de tanta canción mítica, pero como decíamos a los que nos encanta el «Meds» nos pareció un concierto de los que se ven pocos ya. Peor nota les pongo en los bises, que fueron excesivamente tranquilos y que salvaron con un guiño al 96 con la excepcional «36 Degrees» y con otro al 2000 con «Special K». Deseando de verlos en un sitio más acogedor y en el que puedan tocar más de hora y veinte minutos.

Despues teníamos a dEUS en el grande y a los islandeses Sigur Rós. Elegimos los segundos, a pesar de que el concierto de unos dEUS tan crecidos en su país prometía muchísimo La verdad que Sigur Rós, en la carpa y para cerrar las actuaciones del día mas intenso en actuaciones del festival parecía el colofón perfecto. No son excesivamente santo de mi devoción, en conjunto me parecen un grupo excesivamente valorado y que en un 50% me aburre considerablemente pero en directo tenían pinta de ser grandes. Empezaron con «Glósóli» detrás de una enorme sabana que tapaba el escenario y solo dejaba ver siluetas. Espectacular comienzo, muy bien seguido con «Ny Batterí». Posteriormente disfrutamos de su canción mas interesante, «Hoppípolla», en donde les he de reconocer que consiguen en directo darla un ambiente realmente impresionante sobre todo por la repentina entrada en escena de la sección de viento. No se puede negar que el ambiente del concierto era único y que pocos grupos pueden alcanzar ese clímax sonoro y que ver un concierto así tumbado en el césped. es algo impagable. La verdad que de pie debe ser un tanto aburrido verles, pero desde la pantalla y entre el fresco verde era fácil volar un tiempo desde Bélgica hasta el raro mundo de Sigur Rós. Para ser sinceros el concierto bajó notablemente de calidad en el tiempo restante, pero el ambiente denso que consiguieron se quedó allí perpetuamente. Destacar el final con «Hafsol» y su imposible línea de bajo y los momentos más intensos del final de «Popplagid» fue un muy buen cierre de concierto. Como decía, no es que sean un grupo que me haga especial gracia… Más bien me aburren en disco, pero en directo disfrutándolos. sentado cómodamente te dejan la sensación de haber vivido algo especial e intenso, dentro de una enorme fragilidad.

Todo salió a pedir de boca en este penúltimo día: bailamos, rockeamos, descansamos y hasta vímos dar palmas (descompasadas una vez más) en un concierto como el de Sigur Rós… Día redondo el del sábado.

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1 de julio de 2006