El legado que el gran maestro de ceremonias Rakim brindó a la historia del hip hop fue el que hizo titubear el inicio de su concierto y el que luego lo relanzó contra todo pronostico hasta cotas muy altas de calidad. Esa cadencia desangelada y calmada nos trajo un Rakim bastante aburrido en dicho comienzo, incluso siendo sobrepasado por los bajos de un dj que dejaba bastante que desear a los platos.
Cuanto mas avanzaba la cosa, más calor desgranaba Rakim en el concierto, especialmente ganándose a las primeras filas con ese derroche de chulería magnética que se le ha de presuponer a un rapero de su envergadura y solera. Además, avanzaba el repertorio y con ello se iban venciendo los problemas de volumen en la voz de Rakim. El primer momento a destacar del repertorio, todavía en esos momentos apáticos de concierto que comentábamos, vino con una desganada «My Melody» de Eric B. & Rakim. De hecho todos los momentos gloriosos del repertorio vinieron del repertorio que Rakim compartía con Eric B. desde «Clap To This» a «Move The Crowd» aún no mostrando su mejor cara, pero en unas sensacionales aproximaciones del mejor Rakim a «Ain’t No Joke» y a un «I Know You Got Soul» que incluso nos enseñó a un Rakim que con calma fue a calmar una pequeña trifulca entre dos asistentes.
Para el remate final pudimos ver como cayeron momentos de su sensacional segundo disco «The Master», sobre todo centrado en un amago de «When I B On Tha Mic», aunque algo lastrados por unos momentos previos muy buenos que incluían clásicos imperecederos como «Microphone Fiend». Las comparaciones son odiosas, aunque lo mejor llegó cuando sacó a escena al bueno de Rahzel a hacer de nuevo «Ain’t No Joke», aunque ahora con el Human Beatbox más querido revisitando base y melodía con sus cuerdas vocales. El cierre con «Follow The Leader» toda una fiesta, claro.
Rahzel como telonero junto a su habitual Dj Js-One es ya un seguro de vida, tanto para los que lo habíamos visto ya como para los que se quedaban boquiabiertos con su primera impresión. No sólo es la autentica caja de ritmos humana, sino que encima es un verdadero showman, mostrándose siempre muy comunicativo y cercano (hacerse fotos durante más de 15 minutos con los asistentes lo demuestra). El habitual «If Your Mother Only Knew» sigue siendo algo que impresiona como la primera vez, así como la multitud de registros de b-box que atesora esta leyenda del género. Hay quién salió más contento con lo que nos brindó el ex-The Roots que con el concierto irregular de Rakim, pero lo que es seguro es que fueron un buen complemento el uno del otro.
Y para cerrar la crónica nos acordamos de que la promesa Fashawn abrió con bastante acierto la velada, aunque el público se quedaba en la puerta apurando la cerveza o incluso aún con la mirada puesta en la acampada multitudinaria de la Puerta del Sol. Aún así dio buena cuenta según se iba calentando su concierto de su repertorio, que alcanzó el sumum inevitablemente en «Samsonite Man». Hay que reconocer que demostró buenas maneras rimando, pero sin duda dejó mejor sabor de boca cuando mostró su faceta más alegre y comercial que cuando sacaba una vena más seria. Habrá que seguir la pista al nuevo y a los otros dos pesos pesados.