Ante una no demasiada concurrida Joy Eslava, se presentaba un acontecimiento de esos que aunque se de muy a menudo (afortunadamente Rahzel se pasa por España mucho), no perdía el aroma de las grandes citas.
Primero, abrió Shogun XL como telonero sorpresa… A decir verdad, se había anunciado unos pocos días antes, pero algunos ni nos habíamos enterado. La verdad que a pesar de que un servidor no es un experto del hip hop y que al hermano pequeño de Frank T y Kultama no se le noten demasiadas tablas, no le quedó nada mal la actuación. Se hizo un poco largo por aquello de que ese día no íbamos a oír muchas rimas, la cosa pintaba por otros lados. Eso sí, al final (con temas nuevos) terminó llevándose de calle a un núcleo del público.
Pero es que todos estaban ahí para ver al «championship» del beatbox, como le presentó su Dj de acompañamiento. Hablamos de él, de Rahzel. El que fuera miembro de The Roots saltó al escenario entre unos aplausos monumentales y con una Joy Eslava ya prácticamente llena, que acababa de gozar de la habilidad de DJ JS-One a los platos con la presentación.
La cosa comenzó mucho mas calmadita y centrada en el «human beatbox» haciendo las veces de rimador y dejándole el peso musical por completo a JS-One. Pero en cuanto la cosa se calentó con su «All I Know», no hubo quien le parara. Los comentarios alabándole se sucedían por el alrededor y cada alarde de scratch vocal era recibido entre silbidos, ruido y aplausos.
Así, llegaron momentos clásicos de su repertorio como el coreadísimo estribillo del «Seven Nation Army» de The White Stripes o una sorprende adaptación del nuevo hit de Justin Timberlake, «Sexy Back». Como vemos, la cosa no comenzó por los derroteros del hip hop, sino más bien demostrando que Rahzel no es para nada un artista centrado exclusivamente en el movimiento hip hop. Para más inri, se atrevió con todo un «Technologic» de Daft Punk, en plan batalla con DJ Js-One.
Esa batalla comenzó a ser la base del repertorio, con el propio Dj pinchando un tema para que posteriormente lo rematara Rahzel en solitario. Así tuvimos momentos mucho más propios de un artista de hip hop, como «Gold Digger» de Kanye West y unas coreadísimas «Wu-Tang Clan Ain’t Nothing To Fuck Wit» o «Baby I Got Your Money».
De ahí en adelante, comenzaron los fallos que un grande como Rahzel no se debería permitir. El primer fallo es caer en lo predecible mezclando temas sin demasiada variación, y el segundo y mas importante, haciendo perder el ritmo, a un concierto que comenzó sin pausas, a base de regalar florecitas o hacer monólogos ante un público que no dominaba el inglés demasiado.
Ante esa falta de comunicación y de ritmo, tuvo que tirar de «If Your Mother Only Knew» y todo solucionado. Bueno, posteriormente le dio por vender discos encima del escenario mientras JS-One pinchaba. Pero como aquello no contaba, hubo que ir dejándose ir.
Rahzel, a pesar de cierto hastío final, es sin duda espectacular. Su manera de sacar beats o sonidos en general es simplemente perfecta. Digno de ver una vez en la vida, te guste el hip hop o no… Eso sí, para la próxima esperemos que varíe algo mas el repertorio o puede terminar aburriendo, pese a lo peculiar y único de la propuesta.
