/Crónicas///

Porcupine Tree – Madrid (10/10/2008)

Steven Wilson, John Wesley, Collin Edwin, Richard Barbieri
8.5
La Riviera, Lleno
Precio: 29 €

Empecemos por los antecedentes. Año 2005, en una sala más pequeña, con unos teloneros, Anathema, para mi gusto infinitamente mejores que en esta ocasión, con disco bastante comercial recién sacado, Deadwing, el concierto no lleno dos tercios de Aqualung. Año 2008, en una sala grande, con peores teloneros, disco más difícil, Fear Of A Blank Planet, con un añito ya a sus espaldas, el concierto llena casi hasta las trancas La Riviera. Cosa curiosa. ¿Desde 2005 Porcupine Tree han llegado al gran público o definitivamente volvemos a vivir una edad de oro de la música en directo en Madrid? Cada cual que busque su respuesta.

Noche progresiva la que íbamos a vivir en Madrid, aunque no tanto. Cuando llegue a las ocho menos algo a La Riviera, Pure Reason Revolution ya estaban tocando. Su concierto como le gustan a Steven los teloneros, duro exactamente tres cuartos de hora. Lo del «no tanto» va porque la verdad Pure Reason Revolution no me llegaron nada. Algún tema del último con formación clásica bajo, dos guitarras, batería puede ser salvable para mis gustos, pero los temas con teclados, más que progresivos, repetitivos, no me gustaron nada. La voz femenina desafinaba, pero la voz masculina era simplemente mala. Esperaba mucho más.

Puntualidad inglesa. Hora marcada de inicio del concierto, nueve de la noche, hora de inicio, nueve de la noche. ¿Quién es el que dice que La Riviera suena mal? No es una sala que suene tampoco bien, pero lo que está claro, es que cuando un grupo de nivel va a tocar en La Riviera, el concierto suena bien. Es una sala que ni quita, ni dá, al grupo que toca, y aquí tuvimos otro ejemplo, como con Nine Inch Nails o A perfect Circle, de que en La Riviera se pueden dar conciertazos a nivel sonoro. Porcupine Tree a ese nivel se salieron, sin necesidad de poner el volumen a todo meter con algunos otros hacen para tapar sus carencias.

El concierto es de los que se cuentan fácil al hacer una crónica. En una primera parte excepcional, tocaron por orden todo el Fear Of A Blank Planet, perfectamente apoyados por la proyección de imágenes en una gran pantalla que cubría toda la parte trasera del escenario. Yo vi a Steven mucho más frontman que en el concierto de Aqualung, pero la verdad, es que uno no sabia si mirar a la banda o mirar los pedazo de vídeos que acompañaban al concierto. Llamativa para mi la especie de paranoia personal con las cápsulas, presente en todas las proyecciones. Esta primera parte fue sencillamente de diez.

Pequeño descanso y nueva salida de la banda, esta vez ya sin proyecciones para iniciar con «Normal» y seguir con una de las canciones más estándar, aunque no por ello inferior del repertorio, «Open Car». A partir de ahí, el nivel siguió, pero los temas menos obvios, no calaron tanto entre parte del público y hubo parloteo en exceso. Hubo incluso que darle un toque a alguno, por el ruido. En este tramo hubo recuerdos con «Dark Matter», y cayeron temas como «Stars Die» o «What happens now?». Hay que hacer mención también a la marcianada de guitarra que sacó Steven con proyecciones de una galaxia. Fue la parte que más fotos concentró de la noche. Yo si digo otra cosa miento, es que esta parte, entre que los temas no me gustaban tanto y el toque de atención a los parlantes, no me llego totalmente. Pero ya con «Half-Light», pero sobre todo, con «Blackest eyes», lo volvieron a bordar.

Mucho me temí que ahí se había acabado y que me iba a ir sin escuchar mi canción favorita del repertorio de Porcupine Tree, «Trains», pero afortunadamente, volvieron para hacer un único bis con ese tema. Excelente colofón. Pero también hay que decir, que he visto foto del set list previsto, y se comieron, al menos, un par de termas. Con todo, generosa duración del concierto. Dos horas no están nada mal para los tiempos que corren.

Muy buen concierto, pero el problema es que yo tenía unas expectativas altísimas. Pure Reason Revolution no fueron ni la sombre de Anathema en Aqualung, y Porcupine Tree, estuvieron algo por debajo de lo ofrecido allí. Aunque el set de Aqualung, fuera más corto y más previsible, me gustó más que el de esta ocasión, compensado en parte porque Steven estuvo más en el papel de frontman. Un gusto ver una Riviera llena con un grupo poco comercial y un gusto volver a verles. Espero que para la próxima no allá que esperar tres años. Aunque no sea en versión Porcupine Tree, me daría igual. Tampoco estaría de más ver a Steven en versión Blackfield, en ese interludio.

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10 de octubre de 2008