10 años nos tenían Peiremans+ en dique seco. Esa banda que Gorka Urbizu de Berri Txarrak formó con Txiki (Kashbad, 4itzal) e Imanol Ubeda (Bide Ertzean, Deabruak Teilatuetan) fue algo puntual que quizá hubiera tenido más actividad si Berri Txarrak no se hubiera convertido en un proyecto de tanta entrega. Tampoco es justo catalogarla como el proyecto paralelo de Berri Txarrak, pero sin duda es la figura de Gorka la que le ha dado la relevancia popular y la que provocó el sold-out.
Sociológicamente, la edad media de asistentes al concierto, me pareció muy interesante. No dejamos de decir que no hay relevo generacional para el rock, pero a ver a Peiremans+, una banda de veteranos de la escena y haciendo un estilo noventero pero de corte atemporal, se acercaron numerosos jóvenes. Mucho veinteañero dispuesto a escuchar las canciones de aquel EP que ha crecido mucho en el imaginario nostálgico. Curiosamente Izaki Gardenak no consiguieron calentarles demasiado con su pop-rock de tintes folkies, pero sí que contaron con su atención y se notó que algún single traían dominado.
La de Bilbao fue la primera cita además de este minitour que les ha devuelto a las salas de Euskal Herria. Fue como es de esperar un concierto dividido entre las canciones que todos conocíamos, algunos letra a letra y lo nuevo que tuvieron que ofrecernos, difícil poner en relación por esta perspectiva histórica. Sí pareció que Imanol cobraba algo más papel en la voz, quizá con objeto de no encasillar tanto a la banda como unos Berri Txarrak más pop. De hecho fueron Deabruak Teilatuetan quienes tuvieron más protagonismo con su versión «Gaur euria egin du». Lo que quedó claro desde el principio es que temas como «Joan Zinen» están más vigentes que nunca. Algunos incluso en letra como «Zer gara gu…».
Que por sus canciones no pase el tiempo tampoco sorprende siendo Weezer uno de sus principales espejos, banda cuyos clásicos siguen intactos. De entre ellos cayó por cierto una genial versión de «Photograph», del verde. Algo más rara, aunque ajustada al distendido clima del concierto, fue la relectura del «Don’t Know Much About History» de Sam Cooke adaptado a las redes sociales. Quizá ese momento de brecha generacional entre la banda y el grueso de su público que a buen seguro había posteado unos Youtubes de la banda antes de salir para el concierto y ahora mismo estaba planeando si subir a Instagram una foto o un fragmento de vídeo.
Mientras tanto la banda deambulaba por ese universo entre el pop y el rock, pop de guitarras lo llaman algunos, power-pop lo resumen otros en un concierto corto por razones evidentes. Hablamos de una reunión de una banda cuyos clásicos contamos con los dedos de una mano y el pulgar de la otra. Y claro, las más sonadas las guardaron para el final, esos aires de inocencia eléctrica que desborda «Send Flowers» y la perfecta melodía de «Zuretzako Hitz Ederrak». Momentos álgidos de un regreso que no calificaría de mágico ni épico. Más bien la vuelta a escena de Peiremans+ fue entrañable, imperfecta, sencilla y sobre todo muy honesta.