Doble cita para los fans del sello barcelonés BCore la que tuvimos el pasado sábado. En Moby Dick, como ya es tradición, se sumaba el talento compositivo de Ramón Rodríguez de Madee junto a un telonero tan de lujo como Piti de Standstill, escondido tras su propio apellido Elvira.
El segundo tuvo la suerte de contar ya con buena parte del público que terminó (prácticamente) llenando la sala de la ballena, pero no tuvo tanta fortuna en el devenir de su concierto. Las canciones de su EP de debut «Pequeños Apuntes…» sonaron mucho mas flojas y desnudas en vivo que en el estudio, cosa que sentó mucho peor, evidentemente debido a que en escena estaban solamente él y su compañero Ricky Lavado a la batería.
Sus composiciones están a la altura de lo que uno puede y debe esperar de una de las cabezas pensantes de uno de los grupos bandera del panorama independiente, pero es inevitable pensar que si Piti se basara mas en instrumentar y menos en hilar tirando de voz la cosa mejoraría. Haciéndolo tan solito en escena, y tirando muy poco de sus habilidades de guitarrista la cosa no cuajó en absoluto. Pero esto creo que debe ser tomado más como una pequeña toma de contacto, porque este chico de talento anda más que sobrado.
Al contrario que Elvira, The New Raemon si tiene las cosas muy claras y le funciona todo a las mil maravillas. Su manera clara y concisa de retratar visiones cotidianas, unido a unos estribillos que fueron coreados durante todo el concierto hicieron el resto. Eso lo sabíamos desde que oímos «La Cafetera» (también fue la primera del concierto de Moby Dick), pero ahora añadimos su enorme presencia escénica cuando va rodeado de sus Culo Voladores. Aunque antes de todo esto, olvidaba mentar que nos sorprendió El Gran Heróe Americano presentando el concierto y contándonos un par de cosillas de su colegas de profesión. Lo típico
Desde el primer minuto la presencia de los dos Rickys (Lavado a la batería y Falkner al bajo) se hizo notar. Aquello no era Ramón de Madee cantando en castellano unos temillas, era una señora banda de pop. Una super banda si se permite. El piano de «Fuera Complejos» y «¡Hoy Estreno!» siguieron con la emotividad, gracias directamente al teclista de Madee, Marc.
Luego el protagonismo ya fue general, dejándole siempre a Ramón centrarse en sus enormes habilidades evocando emociones a la hora de cantar en estereo con la gente y de completarse con detalles tan mágicos como la versión pop de ”Mano Izquierda” de Nueva Vulcano, el bajo agudo de «Hundir La Flota», la canción de scouters de la Costa Brava que es «El Cau Del Pescador», la candidez de «El Fin De La Resistencia» y «Elena-Na» unidas para desembocar en un par de estrenos.
El primero fue «Vale Por Todo Lo Bueno», una pieza que en directo tira de una emotividad progresiva tanto instrumental como vocal que nos gustaría poder ver en el próximo EP «La Invasión de los Ultracuerpos». Por contra, «Sucedáneos» tira mas del ritmo facilongo bien traído por Ricky y de un estribillo, con guiño a la crisis, pero bien traído por el de Cabrils (que como ya aclaró, no es lo mismo que Cambrils).
Al final con un bis que terminó en «Tú, Garfunkel» se puede imaginar cualquiera como acabó la cosa: todo el público cantando a grito «pelao», los de encima del escenario sonriéndonos y una sensación de que los conciertos de The New Raemon necesita a sus chicos (especialmente, los Ricky’s como compositores del disco) para estar tan impecables como en el disco. Ramón, no dejes que se te vayan…