Será casualidad, pero tras unas semanas de calor impropio del mes de marzo, comenzaba de nuevo el frío coincidiendo con la visita de los rusos Messer Chups. Decimos casualidad por qué estos de fríos nada de nada. Ella, que va bastante descocada mucha sensación de estar en Rusia no da, su música psycho-surf es un soplo de aire fresco en la cara y su directo, aunque menos alocado que en disco, es pura simpatía.
Igualmente podemos hablar de Los Tikinautas, unos completos desconocidos para un servidor que terminaron dando un muy buen concierto de surf con pizcas de western, sicodelia y buen rock and roll. Su actuación de todos modos se terminó haciendo larga, sobre todo cuando miras el reloj en una sala tan impuntual como el Gruta 77 y ves las pocas horas de sueño que te quedan por delante. Habrá que seguirlos la pista, ahora más que en su myspace han colgado su primera demo.
A Messer Chups ya los habíamos visto hace apenas dos años en la misma sala, que esta vez si se había llenado. A pesar de sólo tener una única diferencia discográfica con respecto a esa cita y de no suponer una gran diferencia en su sonido, este concierto tuvo bastantes novedades que terminaron elevando muchísimo la calidad del evento.
En principio lo de prescindir del proyector de imágenes era un punto en contra, pero la inclusión de un cantante en algunos temas y otro baterista, aparentemente bastante más interesante, compensan la jugada. El primero le dio otro aire más divertido y dicharachero al evento como presentador, y aunque como cantante no pasara de una especie de voz de blues de garganta rota alcoholizada, fue un buen punto (quedó muy bien «Vincent Price Is Coming To Russia»). El nuevo batería, como decíamos, se mostró mucho más certera en toda la ejecución.
Respecto al dúo pues la clave es el, claro. Ella es monísima y lo sabe, toca el bajo siguiendo el ritmo sin ninguna pega, pero fue Gitarkin quien dió un autentico repaso al manual del perfecto guitarrista surfero, repasando unas pocas sintonías de TV (sorprendente «Twin Peaks», con una rebaja de ritmo compensada con la originalidad de la versión), a su reciente disco (increíble «Malvinella») y a otros habituales de su repertorio como «Darkness Is A Teenager Friend» o «Popcorno».
Una buenísima velada para la madrugada del martes, que esperemos se convierta en una tradición entre el dúo ruso, los vestidos escuetos de su bajista, Gruta 77 y Madrid.
