Es complicado realizar una crónica de un grupo que empieza, pues aún habiendo tenido experiencias previas en otros grupos, subirse a un escenario siempre es algo por lo que ser aplaudidos. El exponerse a un público, a un crítico o a cualquier persona es un ejercicio de valentía, pero en este caso sumamos. También para nosotros es complicado utilizar el medidor adecuado para un grupo que comienza como Lecciones de Vuelo, justo cuando uno viene de ver a un grupo de la lejana California en una sala que quintuplica el aforo de Siroco.
El sold out del sábado en Siroco es un buen augurio, aunque ya se sabe que al principio todo el mundo quiere ver al nuevo grupo. Ajenos a ello, y al sonido irregular de las primeras filas, atacaron un repertorio que ya va más lejos del EP que presentaban. «Todo es Mentira» o «Ayer» fueron dos de las mejores muestras, pero de entre el nuevo material destacamos un pasaje instrumental que los ponía en una línea post-rock o una canción totalmente interpretada por Piyi a las voces. De hecho, parece interesante que sigan la línea de jugar con la voz grave de Drugo y la dulce de ella, aunque ideas creo que no les van a faltar.
De las pegas que les tenemos que poner, lógicamente hay que hablar de cierta parsimonia escénica, propia de un miedo escénico que se notaba en los ojos de todos excepto en los de su batería. Esa falta de actitud será corregida cuando el temor a los escenarios sea sobrepasado por su buen hacer.
Si a todo esto le sumamos que tuvieron un cuidado excelente por los detalles, incluyendo incluso proyecciones, y una respuesta musical de todos sus miembros muy en su justa medida, nos queda un debut muy prometedor para el indie madrileño. Esperamos poder verlos pronto ejerciendo de teloneros, para darse a conocer.