No siempre hay que echarle la culpa a un grupo de que no te llegue. A veces, hay que echarse la culpa a uno mismo. Killing Joke son una banda histórica, con un buen montón de discos y de años a sus espaldas. Han pasado por muchos estadios de evolución, algunos muy interesantes para mi, y otros, simplemente tediosos. Resumo, «Pandemonium» tiene alguno de los temas mejores que jamás he oido, el homónimo «Killing Joke», me parece un disco completísimo de notable alto y el «Hossanas from the basement of Hell», me parece un disco inferior al anterior, pero francamente audible. Se que el fuerte del grupo está en sus letras, pero el resto de la discografía simplemente es que no me entra. En el otro extremo, por ahí tengo el «Outside the gate», que en una de estas tontunas que le dan a uno, me lo compre original y de el sólo puedo decir que me parece un disco oboleto. Respeto al que le parezca una maravilla, pero en mi caso, es lo que hay. Al final, me preguntaran, entonces, ¿porque leches fuiste?. Pues por lo que otra mucha gente va a otros muchos conciertos. Killing Joke son unos históricos a lo que no habia visto y quería ver, y de los que no quieres que vengan a contarte luego que fue el puto mejor concierto del mundo, lo que suele ocurrir cuando no vas a un concierto y te lo cuenta otro.
En ese orden de cosas, los Treponem Pal, los teloneros, grupo de Metal Industrial berroqueño a más no poder, sacaron buen sonido a la Heineken y yo creo que gustaron a los poquísimos que nos acercamos a verles. Una pena que cuando tocaron prácticamente pasaban unas bolas de estas que salen rodando por el desierto en las películas de vaqueros, por que se hubieran merecido por lo menos, la media sala que hubo luego con Killing Joke, para no enfrentarse a un ambiente tan frio.
Como ya he adelantado, Killing Joke sólo llenaron media sala. Es que casi 30 euros para un grupo que no tiene demasiada tirada en España, se me antojaba demasiado, y ese precio, a los posibles curiosos, tipo yo, les echaba para atrás. Un Jaz Coleman, aunque venido claramente a menos y bastante demacrado, fue el único aliciente de la banda en directo y lo mejor de la banda, sobre todo en las partes altas de voz. La indumentaria de Jaz consistía únicamente en un mono de mecánico y su interpretación física de los temas, aunque a veces parecía más bien una burla de sí mismo, fue toda la parafernalia que Killing Joke desplegó en su directo. Los otros miembros de la banda, musicalmente no lo hicieron mal (tampoco es que la música de Killing Joke sea para virtuosa), pero se suponía que la banda recuperaba para esta gira su formación original. Como mucho, podrán decir que pasaron por Madrid. Al público tampoco lo vi disfrutar especialmente, salvo algún tema más bailable. Como dato, en el tema que más respuesta vi fue en «Asteroid», que por otro lado, es el tema más obvio de cuantos interpretaron. Yo por mi lado, pude escuchar dos temas para mi míticos como la propia «Pandemonium» o sobre todo, «Millenium», pero poco más. El concierto lo disfruté bien poco.
En definitiva, puedo decir que ya he visto a Killing Joke, así que objetivo cumplido por ese lado, pero pocas veces me he metido tan poco en un directo. Concierto simplemente correcto, pero a una banda con todo el nombre que tienen Killing Joke, hay que exigirle mucho más. Simplemente creo que no era el mejor momento ni de ellos para venir a Madrid, ni el mio para ir a verles.