La actuación de Kiko Veneno dentro del programa de fiestas de San Isidro de 2013 comenzó la jornada del 14 de mayo en la Plaza Mayor de Madrid, pero terminó la del 15 en los Jardines de Las Vistillas. La primera cita tuvo que cancelarse debido a un fallo de organización colosal cuando se pasó por alto el detalle de que el mes de mayo es un mes proclive a la lluvia y que si no se techa un escenario es posible tener que sufrir cancelaciones.
Afortunadamente un día después pudo celebrarse en el escenario de Las Vistillas, ya en un escenario apropiado para las lluvias que finalmente no sucedieron en esa segunda jornada, aunque la incomodidad de un recinto pequeño para el considerable tamaño del público de Kiko pudo bajar algo la nota media del buen concierto que trajo el sevillano.
Cuando tienes una discografía como la de Kiko Veneno podría pensarse que es fácil dejar a sus seguidores con una sonrisa en la cara para cuando se termine el concierto, pero no todos lo resuelven tan bien como él. Porque aunque el nuevo disco de Kiko lleva poco en la calle, y que no pudo contar con la presencia del co-productor del disco Raül de Refree, el repaso a la mayoría de los discos venció a lo típico de presentar demasiadas canciones nuevas. Y para colmo las que sonaron fueron pequeños pildorazos entre las dos horas de duración de su concierto.
Comenzar así con «Lobo López», seguir con «Memphis Blues Again» y luego seguir dejando piezas clave de sus mejores trabajos discográficos: «Respeto», «Joselito», «Coge La Guitarra» y el recuerdo a Veneno y su «Los Delincuentes».Sabiamente decíamos que el bueno de Kiko había decidido dejar las presentaciones de su reciente «Sensación Térmica» algo basado en pequeñas pinceladas, y además seleccionando quizás lo mejor del disco. Por ejemplo «Namasté» o, sobre todo, «La Vida es Dulce» como mejor ejemplo de que todavía tiene muchas buenas canciones que dar a luz. De hecho, si algo hay que agradecer en la puesta de largo de estos nuevos temas comparados con su versión de estudio es que los temas van mucho más al grano, alejados de la excesiva multitud de arreglos incluidos en el artefacto sonoro.
Ya hacía el final del concierto aparecieron en escena los mayores éxitos de su carrera con «Echo de Menos», «En Un Mercedes Blanco» y sobre todo un segundo bis inesperado con un multitudinario «Volando Voy» (con Muchachito y Tomasito, entre otros) que provocó el delirio del público que se olvidó del reloj y de que, a buen seguro, al día siguiente tocaba trabajar. Al fin y al cabo, a Kiko Veneno le queremos por alegrarnos tanto con sus canciones del día a día.