Siempre agradece uno esos conciertos a precios anecdóticos como el que sigue. Y es que si el hardcore tiene muchas cosas buenas, la mejor es la filosofía. 4 euros en el Gazte Lokala de Deusto por ver a dos bandas más que interesantes del universo hardcore y sus ramificaciones es un buen plan de domingo tarde.
Comenzaron los más ligeros Roman Castevet. Cántabros y metidos en otras historias desde el crust al post-hardcore podría convenirse que aquí hacen algo a medio camino. Griterío emocional, oscuro y existencial. Con ritmos a ratos prototípicos del hardcore, a ratos algo más elaborados, su actuación estuvo marcada por la lesión de su batería, que aún con todo cumplió durante un concierto breve, pero correcto y suficiente teniendo en cuenta el caracter de la banda y que sólo cuentan con un EP de reciente edición. Su mayor peculiaridad son los dos miembros dedicados exclusivamente a tareas vocales y que ambos berrean, en diferente tono pero tampoco demasiado y sin uso de melódicos en ningún momento.
Les siguieron los más clásicos y extremos Justice Department. Extremos a todos los niveles, musicalmente es obvio que son una máquina más ruidosa y también más implacable, por qué no decirlo. Su hardcore toma importantes deudas musicales del grindcore y el metal más veloz, su música resulta igualmente mucho más grave y oscura. Y aunque su mensaje no sea muy comprensible durante las canciones, su frontman se encargó de dejar bien claro «de lo que va la banda: veganismo y liberación animal». Unos postulados tan nobles como expelidos con exceso de un autoritarismo que personalmente creo contraproducente para la causa.
En todo caso, concierto notable, demostrando ser una de esas bandas de underground radical, en el sentido en que tal vez no sean capaces de llenar mucho mayor aforo que el del Gazte Lokala, pero que no dudan en ir con lo puesto a darse la vuelta por el continente y no en vano son referente en su estilo y temática. De hecho este concierto en casa ponía punto y final a su gira europea. En directo demuestran esta solvencia de una alineación que ha sufrido cambios pero sigue el camino de la sólida colectividad de un buen combo hardcore, cualesquiera que sean sus aditivos de género.