Con noticias de que los chavalines daneses de Iceage la habían liado en suelo ovetense, dentro de su paso por el Humo Fest, el resultado de su concierto madrileño podemos decir que fue bueno. Bastante aceptable, y más viendo cómo se las suelen gastar. No sólo que aquí estuvieron correctos y se portaron bien, sino que dieron un concierto dentro del ciclo 981Heritage SON Estrella Galicia más que interesante para lo esperado, que dicho sea de paso tampoco era gran cosa.
Está claro que esa actitud punk falsa les mantiene en un status distinto, seguramente si tratasen de emular las pintas de un punk ochentero «verdadero» las críticas serían menos numerosas. Pero su guitarrista demostró que les importa bien poco peinando su flequillo con el peine que llevaba en el bolsillo, justo antes de que sonasen los primeros acordes de un concierto que en cerca de cuarenta y cinco minutos se centró en su segundo álbum, «You’re Nothing».
La voz y la actitud desafiante de ese Leonardo Di Caprio atormentado que es Elias funcionó bien, aunque su público no estaba precisamente por la labor de hacer de aquello una velada hardcore propiamente. El resto de la banda sonó bastante bien, con una sala Charada que sonó realmente bien. Y de nuevo hay que aclarar que no es fácil conseguir eso con Iceage. «Morals» y «Ecstasy» fue un cierre desconcertante para un concierto que consiguió una división de opiniones notable.
Los que si que funcionaron a las mil maravillas fueron los chicos de Juventud Juché, otra de esas bandas emergentes que están consiguiendo ante todo tener un sonido propio. Y eso todos sabemos lo difícil que es. Desde el punk-rock hasta el post-punk la banda consigue entremezclar unas letras peculiares, una batería rauda e intensa y un bajista con protagonismo en el sonido de la banda. Curiosamente tocaron lo mismo o casi más que la banda principal.
