Segunda visita del movimiento Doropaedia al Centro De Arte 2 de Mayo de Móstoles, tras un paso anterior con Grabba Grabba Tape a la cabeza, que coincidió con el ya mítico 2 a 6 endosado por el Barça en pleno Santiago Bernabeu. Esta vez, sin coincidencias demasiado atrayentes (Machine Head y Slipknot en el Palacio de los Deportes están en un estilo muy alejado), pudimos ver una magnífica asistencia para dar cuenta de las actuaciones de bandas de estilos dispares pero ideología similar.
Los primeros fueron Ginferno, cosa que les vino fatal a las otras dos bandas. No por nada, pero es que estos ya es que juegan otra liga, la de las mejores bandas que tenemos en Madrid desde hace ya muchos años. Su directo es una autentica demostración de diversidad, saber hacer, locura y verdadera pasión. Desde el surf mas ruidoso al blues mas polvoriento pasando por el avant garde mas ¿ibérico?, comandado por la siempre curiosa batería de «El Nene». Por si fuera a poco a la plaga de (anti)hits que comanda «Triana Hop», se marcaron una versión 100% Ginferno del «Beat It» de Michael Jackson (con fantasma de Jacko pululando la azotea mostoleña). Un concierto de Ginferno, con buen tiempo, en una azotea y con buen sonido, nada puede salir mal.
Después, el cambio de registro llegaba con el curioso lenguaje de Cohete, que ya pudimos ver hace unos años en la sala El Sol como teloneros de Standstill. Han mejorado una barbaridad ahora que estrenan su autoproducido disco debut, plagado de perfectas y surrealistas melodías de las que urge acordarse de bandas tan personales como El Niño Gusano o Patrullero Mancuso. Tener que acordarse de estas dos bandas es algo muy bueno, y más hablando de un directo muy limpio en cuanto a sonido y divertido en cuanto a variedad musical. Se nota que ahora tienen el fichaje de un fenomenal trompetista, pues además en el rato que se separó del escenario cayeron en cierto modo en un punto mas lineal. Aun así, con temas como «El Plan» o, el tema final, «El Club Cocina» debería seguir saliendo muy bien el despegue.
Margarita salieron con muy poquito tiempo y resolvieron mucho mejor que las veces que los había visto antes. Quizás cosa del sonido, de que jugaran en casa o que tuvieron mejor noche ahí en familia, pero les salió un concierto mas ordenado (si se puede decir eso de ellos en algún momento) e incluso algo mas ludicos que de costumbre. Como detalle de esto último, estrenaban «Arde La Gente», una canción creada justamente para este Doropaedia y para lo cual repartieron octavillas con la letra de la canción (curiosamente en castellano, cosa que les sienta bastante bien). En lugar de ponernos a cantar, dijeron que lo hiciéramos trizas y lo lanzáramos en pleno subidón inicial de la canción…
Un gustazo de recinto y de ambiente, que esperemos pueda poner en el mapa de la música independiente madrileña a Móstoles…
