¿Que vienen The Dilinger Escape Plan en tour por españa? no está mal oye, pero les haría falta algún telonero con un poco de marcha pero reputación a la vez… ¿Poison the well? perfecto oye, pero para rizar el rizo también quedaría de lujo llevar a un grupo semi-desconocido que haya causado sensación últimamente pero que sea directo de escuchar y cañero… ¿Stolen Babies? inmejorable!
No se si esta descripción se ajusta a la realidad, pero se me quedaron los ojos como platos al ver el cartel de dicho concierto el pasado martes en la apolo; aunque fue bastante extraño ver una apolo lejos de estar llena; si una sala no se llena con carteles así, a saber cómo va a hacerse.
Los que decidimos salir de casa y gastar unos más que bien invertidos 22 euros pudimos degustar, en primer lugar, a unos fenomenales Stolen Babies, que causaron auténtica sensación con su disco debut del 2006 There Be Squabbles Ahead, haciendo una especie de punk-gótico-cabaret; una de las promesas recientes más sólidas.
Una pena que en su rol de ‘teloneros de los teloneros’ tocasen veinte minutos escasos, pero demostraron desenvolverse con muchas ganas y garra, superando los inconvenientes del pobre sonido disponible. A pesar del ambiente ‘hardcore’ de los asistentes del concierto, a parte de deleitar con trallazos como Spill! o Mind your eyes; se atrevieron con la canción mas relajada de su disco: Lifeless, un magnífico tema que consiguió mantener el tipo entre tan exigente audiencia.
Los que no resolvieron tan bien los problemas de sonido fueron Poison The Well, con diferencia el grupo más ‘flojo’ de la noche, a pesar de que los pogos, los surfers y el desmadre se multiplicó con su actuación. Principalmente la voz del cantante era prácticamente inaudible, incluso mientras gritaba; a pesar de todo el setlist no estuvo nada mal, escogiendo bastantes canciones de su estupendo disco mas reciente, Versions, como Prematurito el Baby o Nagaina.
Perfectamente puntuales salieron The Dillinger Escape Plan, que después de la decepcionante actuación de Poison The Well pusieron las cosas en su sitio: arracando con Panasonic Youth, uno de los mayores himnos del grupo; dieron rienda suelta a toda su rabia musical.
Una disposición del grupo perfecta, que en vez de tocar parecía que estuviesen repartiendo puñetazos; aunque en ningún caso llegó a los extremos de lo que se vió en el concierto de madrid; en parte lo agradecemos, que la Sala Apolo es muy maja y no es plan de destrozarla.
El grupo supo satisfacer tanto a sus seguidores más extremos con clásicos como 43% Burnt; como a los que prefieren sus últimos discos ligeramente más ‘suaves’ (si es que el término suavidad puede aplicarsele a este grupo). Canciones inolvidables del Miss Machine como Sunshine The Wherewolf o Setting Fire to Sleeping Giants consiguieron una respuesta del público total; e incluso temas de corte ausente de hardcore como Black Bubblegum consiguieron encontrar su sitio en el concierto.
En conjunto tocaron todas sus canciones imprescindibles y la disposición tanto del grupo como de los asistentes fue espléndida: brutalidad concentrada en una sola noche, que dejó completamente satisfecho a todo el mundo, incluso a los que no nos apasiona esta escena, entre los que humildemente me incluyo.