Presentación del segundo EP de la banda, como concierto final a la gira europea de la banda y posibilidad de hacer doblete conciertero entre este concierto y el que había en Wurlitzer Ballroom un poco más tarde con Junius, Moongardering Inc y Persons, me hacían interesante el andar decapando un martes.
Decapante jugaba en casa, entre amigos, ya que no en vano Eli lleva la propia «sala» en la que se realizó el concierto, «La Faena», ya sabéis esa curiosa sala, que en realidad es un garaje, a la que se accede por una rampa en la que lo mismo te encuentras maniquíes y maquetas, pero que tiene una acústica y un sonido mejor que la mayoría de las salas «serias» de Madrid, pero eso sí con un precio de las bebidas raquítico al lado de lo que te cobran estas.
Sorprendente, al menos para mi, la buena entrada del concierto con un lleno absoluto (60 personas que es lo que entra en la sala), y el buen rollo que se respira en un ambiente entre amigos. Sin limitaciones de volumen, Decapante se dedicaron a desgranar la totalidad de los temas de su repertorio (cuando al final del concierto les pidieron bises, ellos, de buen humor, dijeron que es que no tenían más temas). La curiosa formación de dos bajos con batería, encontró muy buen acomodo en la sala, arrancando algunos muy buenos momentos, pero en general, más dispersos, por ejemplo, que sus compañeros de estilo, los también madrileños Reznik. Eso sí y a pesar de los problemas con la batería que se descomponía cada tres por cuatro, concierto llamativo, con momentos en los que los miembros de la banda demostraban su amistad entre sí y el tiempo pasado juntos durante la gira europea.
Buen concierto de los madrileños en un ambiente propicio y carrera del que escribe para ver si llegaba al siguiente concierto del día.