Nueva gira de Cult Of Luna por tierras ibéricas, y éxito en cada una de las fechas del tour. Parecía que con este reciente «Eternal Kingdom» no habían terminado de pegar el último espaldarazo para pasar a tener más público, pero si han terminado manteniéndose en los primeros puestos del postmetal.
La ayuda en Madrid vino directamente de un concierto tan impactante como el de Moho, que gozó de un perfecto sonido durante los cerca de 40 minutos de conciertos. Apenas algunos problemas por hacerse oír la voz de Iñaki (y no sería por los gritos) en un concierto que una vez más los mostró como una banda que en directo engancha mucho más que en disco, como ocurrió con los anteriores teloneros madrileños de Cult Of Luna (Adrift). Ya sólo con ver al frente las maneras de Edu a la batería o la potencia de temas como «San Mamés», «Gargantor» o «Fístula» ya valen su peso en oro.
Los suecos Cult Of Luna, como decíamos antes, había ganado adeptos tras un concierto tan bueno como el de hace unos años en Copérnico. Sin embargo,un disco nuevo con el que no han cosechado sus mejores críticas, mostraba la otra cara de la moneda. A pesar de este último dato, eligieron su anterior disco «Somewhere Along The Highway», para empezar pero con un comienzo sorprendentemente desacertado.
Y es que «And With Her Came The Birds» fue un comienzo tan curioso como insulso y aburrido. Lo que son las cosas, tuvo que ser el primer tema de «Eternal Kingdom», «Owlwood», el que pusiera el punto de cordura postmetalera a base de ritmo constante de batería y voces guturales de uno de los guitarristas. Igual continúo «Following Betulas», con características algo mas «machaconas», y con otros temas de este nuevo disco a lo largo del concierto que pasaron mucho mas desapercibidos como «Eternal Kingdom» o «Osterbotten».
Pero los momentos álgidos del concierto pasaron claramente por «Salvation», entre la pasión de «Adrift» y la extraña vena conmovedora de «Leave Me Here», ya con el cantante principal de la banda como principal novedad de este tour. Nos dejaron sin «Echoes», pero a cambio tuvimos una magnífica versión de «Dim» y un «Finland» limpio y preciso (en las primeras filas, igual algo falto de teclados) que probablemente se coronó como lo mejor de la noche.
El broche final a la hora y veinte de concierto lo puso otro recuerdo al nuevo disco, la cambiante y trabajada progresividad de «Ghost Trail» fue un gran final, pero insistimos en «Echoes» como una baja intolerable a la hora de terminar el repertorio.
Un concierto impresionante, a la altura de su anterior paso por Madrid, pero que fue claramente empeorado por el repertorio de temas. Y es que, Cult Of Luna son ya unos grandes del genero y, como tales, tienen un repertorio abrumador.
