Triple cartel interesantísimo para mi persona, que lo hacían el más esperado para mi del final de año. Los madrileños Mystic Frequency Worm con un directo superior a su único disco, los bilbainos Positiva uno de mis grupos favoritos en disco a los que todavía no había visto en directo y The Atomic Bitchwax, pues eso, una de las bandas punteras dentro del stoner rock.
Una especie de broma fue, en principio, hacia mi que Ralph, cantante de Mystic Frequency Worm, se quedará en casa, cuando yo les había vendido a mis acompañantes femeninas la buena voz y buenas pintas de Ralph, pero a la larga le dió un toque especial al concierto de los MFW. Ralph tiene una muy buena voz, pero deja la impresión en escena de que puede hacer algo más. Sin Ralph y en versión instrumental, el caso es que Mystic Frequency Worm sonaron tan bien o mejor aún que cuando tienen cantante en escena. No sé si fue el nacimiento de una banda instrumental o no, pero el caso es que no se echó de menos cantante. No me gustaría ver a los MFW sin cantante, la verdad, pero espero que ésto al menos sirva para que su cantante tome buena nota de lo ocurrido y comentado por los foros de internet.
Positiva fueron a la larga los triunfadores de la noche. Si en su disco, «Centaurs Ride» ya suenan bien, en directo, es donde encuentran mejor acomodo. Como ejemplo, «Hi Lo Charge» sonó brutal en directo y no pude parar de moverme durante esa canción. Aprovecharon para tocar también algún tema de adelanto de su nuevo disco, entonces en la cocina, como «Brother Eagle». Los nuevos temas sonaron más directos y más setenteros (esto en realidad no es nada bueno para mi) que los de su album de debut, impresión reforzada a posteriori cuando he podido escuchar el disco. Buenas guitarras, buena voz y buena actitud en escena la de los bilbainos para un concierto de nota.
Raro fue lo The Atomic Bitchwax, porque son una banda completamente distinta a lo que suena en disco. Si en ese formato son una banda rockera, pero relativamente tranquila, en directo, se convierten en unos punk rockers en toda regla. Raro fue que tuvieran peor sonido que las dos bandas precedentes. Por un lado, alto, muy alto . Pero más raro fue la manera de tocar desatada de los tres miembros de la banda, en especial de Kosnik, que necesitará un juego nuevo de cuerdas de bajo tras cada concierto. Nos dió todo un «clinic» de bajo, aunque por contra, la guitarra más que sonar en el escenario, daba la impresión que sonaba desde unos de los locales de ensayo de Ritmo y Compas, por lo lejana que sonaba. El repertorio casi irreconocible por lo cambiante del sonido, me dejo alucinado para bien y para mal, por lo diestros que eran con sus respectivos instrumentos pero por otro lado, con una sensación de descoloque porque no me esperaba algo así, para nada. Ahora que otra cosa no puede decirse, pero el concierto resultó divertido 100 %.
Felicidades a The Medusè por la amplia entrada de público, por la elección de los grupos teloneros y esperemos que un espectáculo así se repita en breve. Las tres bandas dieron buena cuenta de lo muchísimo que aportan los directos sobre los discos. Las tres bandas se salieron, eso sí, cada una a su manera.