Tras un magnífico concierto en la madrileña sala Wurlitzer Ballroom, los navarros Antigua & Barbuda volvían a intentar idéntica suerte en la capital ayudados por los siempre correctos Jardín De La Croix. A priori, un bolo con éxito asegurado…
El cuarteto madrileño no tuvo su mejor noche, sobre todo debido a una nueva debacle en el sonido de la sala La Boite. Ellos, a diferencia de los anteriores teloneros madrileños de Antigua & Barbuda se defienden mejor en vivo, pero ni el sonido acompañaba ni la ayuda inicial de Macarena los hacia terminar de conectar del todo. Aún así pudimos volver a dar cuenta de sus nuevos temas antes de que queden plasmados en estudio, plagados de tapping y mucha velocidad.
Para Antigua & Barbuda nos tuvimos que conformar con un sonido algo menos saturado, pero con una voz que nunca se llegó a oír. Tiene gracia en su sonido ese rollo de supervivencia que tiene la voz de Germán con el resto de sonidos, pero en La Boite sufrieron lo indecible. El sonido de Wurlitzer Ballroom sin ser la octava maravilla, los sacó un aire cavernoso que les vino genial.
De nuevo nos dejaron sin «Sexo», pero pudimos volver a ver a Macarena con ellos en escena chillando, que siempre es un espectáculo digno de mención, así como algunos de sus mejores temas («Embers», muy bueno)
Es cierto que La Boite y su sonido cada vez da más miedo, pero también es cierto que estas dos bandas han dado conciertos mucho mejores en la capital.