La coincidencia de fechas entre un partido de la selección española y este bolo, a pesar de ser uno de los mejores que se pueden sacar con bandas de la capital, con Toundra – Adrift – Gone With The Pain y el fenomenal precio, 6 euros, y que encima, que en La Riviera, tocasen los venidos a menos In Flames, con los venido a más, Gojira, no pronosticaban una buena entrada.
Pero eso es lo que parecía al principio. Al final de la noche ya se firmaba un espectacular lleno en La Boite, y eso, que algunos, como mi caso, al ser miércoles, tampoco nos convenía quedarnos a ver el último grupo en el orden del día, Gone With The Pain, por los que no siento especial afinidad estilística. Por referencias, parece ser que fué un buen concierto, pero con parones entre canción en canción, por la necesidad de reparar aquello que destrozaban en plena hecatombe de su directo.
Yo me centraré en los dos conciertos a los que asistí, Toundra mejoraron lo ofrecido en Ritmo y Compas hace escasos días. Como novedad los efectos de sonido se controlaban desde el propio escenario y como novedad también interpretaron con el nuevo bateria la totalidad de los temas de su repertorio. Mucho mejor sonido que en Ritmo, y una sala casi llena a esas alturas, ayudaron mucho más al espectáculo. Sobre todo me quedo con la contundencia de temas como «Jauria» o sobre todos con los riffs centrales de «Medusa». Habrá nueva ocasión para verles y no será la última antes de final de año, con Jardín de la Croix el 1 de noviembre, en Siroco.
Adrift son ahora mismo la mejor banda de la capital y están viviendo un momento dulce tanto a nivel de público como de intensidad de sus directos. A pesar de la mala ecualización de la voz (no se le oía prácticamente), los inspiradísimos riffs de sus temas y el saber estar de la banda son más que suficientes, para poner un casi sobresaliente a su actuación. Haciendo el uso justo del apoyo de la luces en el escenario, para complementar el momento álgido de alguna canción y una puesta en escena sobría (algún head-banging y los problemas del baterista con el pañuelo), pero sobre todo, creíble, les valió para dejar simplemente flipado al respetable. No necesitas más cuando tienes temas como «Berzocana’s Bells» o «The Big Voice» en tu repertorio.
Como curiosidad, a nivel personal, traté de comprarme el fenomenal último disco de la banda, «Monolito», en el intermedio entre Toundra y Adrift, y no me lo pude llevar, porque la persona que estaba en el merch, no era capaz de decirme cuanto valia y tampoco se molestó mucho. Es una pena que con tanto nivel que esta cogiendo la escena underground en nuestro país, luego sucedan este tipo de tonterias. Quizás todos, a todos lo niveles, deberíamos tomarnos las cosas más en serio.
Verdadera intensidad fué la que vivimos en La Boite en la noche del miércoles. A Adrift ya les pierdo un poco la pista, aunque en la mutación El Páramo les veo dentro de poco. A Toundra, lo dicho, me quedan unas cuantas. Un gustazo escuchar a dos grupazos así, a esos precios. Más barato, y seguramente tan bueno y tan bonito, como los 27 eurazos de In Flames.