Mientras se realinean las neuronas para articular una crónica digna, es preciso resaltar algunos de los aspectos más llamativos de un Primavera Sound 2014 en el que conocimos a mucha gente meando, en el que seguimos aprendiendo a pedir bebida en portugués, en el que más de uno «hablaba como Autechre» o en el que cada vez me da más pereza desplazarme al escenario grande. Si pudiera reservar mi metro cuadrado de suelo en el ATP, lo haría.
ACCUWEATHER, MALDONADO Y SU PUTA MADRE
A un nivel de timo similar al del horóscopo pero menos divertido podemos situar las predicciones meteorológicas para este pasado Primavera Sound. Ya no es que nadie fuera capaz de predecir el chaparrón que inundó la actuación de Drive-by Truckers de principio a fin, es que consultabas el tiempo online y te daban nubes y claros o incluso despejado. Luego tendrán los huevos de decir que las predicciones de los pastores son superstición y lo suyo, ciencia.
JUNTOS, ORÍN PARA OCHO
Algún diseñador de meaderos se ha venido muy arriba esta temporada y tras el comprobado éxito de los míticos cohetes del orín en los que caben 3 personas (un gran invento, nada en contra), ha venido con un modelo en el que caben 8. «Caben» es un decir claro, porque el roce está más que asegurado. 8 tíos metiendo la chorra al unísono en torno a un mismo artilugio sólo se explica si dentro hay algún tipo de sorpresa. En serio, ni un año más de estos infectos artefactos color rojo pasión y espero no verlos rotar por más festivales.
COMEBACK KIDS
La actuación de Television no fue ningún desastre. Sonó razonablemente bien y tocaron con perfección un histórico disco, pero la unión de horario poco atractivo, escenario sin encanto y banda sin mucha pasión, nos hizo reflexionar sobre este invento de los comebacks históricos. Molestar no molestan pero ¿son necesarios? En el otro lado podemos poner a Pixies, una banda que tampoco ha sido nunca la alegría de la huerta, eso no ha cambiado mucho con los años. Pero su público sí que parece que está mayor, ya que la frialdad con la que se acogieron sus clásicos aún en primeras filas del escenario grande personalmente me sobrecogió. Uno va pensando en que va a ser desplazado varios metros en cualquier momento de «Crackity Jones», «Vamos» o «Debaser» y nada de nada, estatismo puro.
LOLOLOS OF THE STONE AGE
En cambio una tendencia ya vista en festivales de metal y rock entra cada vez con más fuerza en el Primavera Sound. Hablamos de los socorridos y un tanto futboleros «lololos» que alcanzaron su máxima expresión en temas de Queens of the Stone Age como «Burn the Witch» o «No One Knows» pero estoy seguro que no se quedaron cortos en otros conciertos masivos de la zona Sony-Heineken que me dejé sin visitar.
ATP, EL VERDADERO ESCENARIO PRINCIPAL
Tengo la sensación de que conforme el Primavera Sound ha crecido, los artistas que tradicionalmente tocaban en el ATP se han trasladado a otros escenarios más pequeños (más notablemente, el Vice). Esto ha traído que el actual ATP sea un escenario de cabezas de cartel en sí… no cabezas de los de ahora, pero sí de los que iban al festival de 2009 hacia atrás, más o menos. Ver en el espacio del anterior escenario principal a gente como Mogwai, Slint, GY!BE, Neutral Milk Hotel o The Ex, es una maravilla que creo que reconcilia al Primavera Sound con su público de siempre, ese al que quizá no le interesa demasiado pegarse para ver a Arcade Fire o Nine Inch Nails en primeras filas. Y el sonido, qué sonido.
LAS 12 PRUEBAS DEL FÒRUM
Hay que tomárselo sin duda con humor, pero entre las lluvias y el estado de los adoquines del Fòrum, los desplazamientos han sido un poco dignos del mejor Humor Amarillo sólo que con británicos en vez de japoneses. No sé cuántos esguinces hay en un Primavera Sound pero cualquier número me parecerá bajo. La salida final del Fòrum y la barricada de pakistaníes con latas es también bastante épica. Es broma, son simpáticos e inofensivos, no vaya a ser que las autoridades impertinentes les suelten a los Mossos Amorosos.
UMA CERVEJA
Ya nos vamos acostumbrando a esto de hablar portugués en las barras. A eso o a repetir cosas tan básicas como pedir una cerveza o una cocacola. Y eso a horas en las que no se nos traba la lengua ni nada. La gente de las barras generalmente es muy maja, pero tampoco estaría de más que les den un cursito de castellano. O que nos lo den a nosotros de portugués, lo que sea. Por el lado bueno del asunto, son los únicos en el Fòrum capaces de pronunciar «feiticeira» con propiedad.