Pasó el laureado 20 aniversario de la cosecha de 1991, pasó el de la del 92, llegó el del 93 y pocos querían seguir ya con el juego de las retrospectivas a no ser que fuera para cumpleaños puntuales («In Utero», «Siamese Dream»). Nosotros seguimos en ello, ya que en feiticeirA nos encantan las efemérides; más que por mera nostalgia por poner en valor discos que consideramos importantes y que nunca está de más traerlos de nuevo al presente (¿y qué mejor ocasión que su x cumpleaños?), ni que sea para que las nuevas generaciones o los que los dejaron pasar en su día sepan de dónde vienen los mejores y más teóricamente punteros sonidos de la actualidad.
Como poner en común los mejores álbumes de los noventa entre todos los redactores sería cosa ardua y fútil (nuestros gustos cada vez divergen más), me atrevo en solitario a encarar una lista, treinta en total divididos en seis entregas de cinco, sobre mis discos favoritos de aquella década en general. No pretendo pecar de pretencioso y afirmar que sean los mejores de esos años, aunque muchos sean sospechosos habituales desde su publicación, sino simplemente recopilar un buen puñado de discos que me han acompañado todos estos años y han estado sonando desde mis altavoces o dentro de mi cabeza desde la primera escucha. En otras palabras y por edad, se trata de la banda sonora de una vida…
30. BJÖRK “Homogenic” (1997)
Podría haber cerrado la lista también “Debut” o “Post”, pero el elegido es el tercer disco de la islandesa más internacional. Quizá porque fue el primero de Björk del que recuerdo su promoción: aquellos increíbles videoclips de “Jòga” y “Bachelorette” pasando con frecuencia por la MTV y demás cadenas musicales que ayudaron a cambiar mi percepción de que ‘sólo’ el rock era buena música. Melodías gélidas, pero a la vez juguetonas y, eso lo sabría después, altamente vanguardistas pero que en esencia eran pop. Lo mismo podría decirse de “Hunter”, “Alarm Call” o “All Is Full of Love”, acompañada de su ya mítico vídeo a cargo de Chris Cunningham. El mejor de la historia, dicen…
29. PEARL JAM “Vs.” (1993)
“Vs.” es el clásico de Pearl Jam que mejor ha envejecido. “Ten” es demasiado clásico y su producción suena algo desfasada a día de hoy, mientras que “Vitalogy” peca quizá de demasiadas ‘extravagancias’ e indulgencias. Pero “Vs.” suena limpio y actual, o todo lo actual que pueda hacerlo el grunge hoy en día. Algo tendrán que ver las labores de Brendan O’Brien, productor de la banda aún hoy. Pero lo que cuenta aquí realmente, como debería ser siempre, son las canciones, y aquí hay varios temas imprescindibles: desde el hit perfecto “Daughter” al rock desatado de “Animal”, del escalofrío acústico de “Indifference” a quizá su mejor canción en general, “Rearviewmirror”. Nada mal para un disco en el que la banda mostraba su frustración hacia la industria.
28. SONIC YOUTH “Goo” (1990)
Quizá sea mi disco favorito de los neoyorquinos a día de hoy, aunque tendría que hacer escucha comparada con el sempiterno “Daydream Nation”. Poseedor de una de las portadas más icónicas de todos los tiempos, pegada a miles de camisetas hipsters, se trata de un viraje hacia el pop, siempre dentro de los márgenes de la banda. Sí, “Kool-Thing” o “My Friend Goo”, con voz de Kim Gordon, pueden ser lo más parecido a singles que hubieran creado hasta entonces, pero otro lado está esa maravillosa locura de Lee Ranaldo llamada “Mote”, la furiosa “Dirty Boots” o la más reconocible “Disappearer”. Un nuevo triunfo en una década que aún nos depararía “Dirty”, “Washing Machine” y otros trabajos fabulosos.
27. APHEX TWIN “Selected Ambient Works 85-92” (1992)
Único disco de electrónica pura y dura de la lista. Richard D. James saltaba al panorama, antes de las paranoicas “Widowlicker” y “Come to Daddy”, con un disco de ritmos elegantes de alta graduación, encuadrado dentro del ambient techno naciente de la época pero con miras siempre hacia el futuro. De hecho, es uno de los pocos discos del género de aquel tiempo que no suena anticuado, algo siempre de valía en un mundo que evoluciona tan rápido como es el de la electrónica. Todo un clásico de la cultura rave, oscilando siempre entre la abstracción y la euforia, ideal para perderse en el infinito.
26. NIRVANA “In Utero” (1993)
Aviso: sólo dos grupos repiten en esta cuanta atrás, y Nirvana no es uno de ellos. No niego que “Nevermind” sea un disco excelente y básico, y de hecho fue mi favorito un tiempo. «In Utero”, sin embargo, no me pareció al principio a la altura pero a la larga me acabó resultando un disco más interesante que su obra más referencial. Es como si Cobain buscara un anti-Nevermind, un álbum en el que toda intención fuera deshacer lo conseguido con “Smells Like Teen Spirit”, el himno grunge perfecto. Y no sólo con “Rape Me” y sus calcados acordes del principio, sino con las ¿disculpas por triunfar? “All Apologies”, el hit de fondo “Heart-Shaped Box” o la bestialidad de “Radio Friendly Unit Shifter”. El suicidio comercial más exitoso de los noventa.
CONTINUARÁ…