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Weezer – Weezer (Red Album)

Weezer - Weezer (Red Album) portada
Geffen, 2008
Productor: Rick Rubin, Jacknife Lee
Banda: Rivers Cuomo, Brian Bell, Scott Shriner, Patrick Wilson

Géneros: ,

7.0

Desde los primeros pasos del mundo de la música, Rivers Cuomo ya dio señas de su identidad musical marciana. Está claro que Weezer comenzaron alumbrados por bandas del momento como Nirvana o Sonic Youth, pero nunca tuvieron ninguna preocupación de mantenerse fieles a un espíritu indie ni esconder sus influencias, algunas del entonces repudiado heavy metal ochentero. En la madurez de la banda, en era post-Matt Sharp, Cuomo ha jugado con estas diferentes influencias, brillando con la fuerza del pop en «Green Album» o retrocediendo una o dos décadas con el ampuloso «Make Believe». Así se entiende un poco este desprejuiciado puzzle de pop sentimental con tintes de épica hard-rockera que es su tercer homónimo, el rojo.

Las campanas fueron lanzadas al vuelo con «Pork and Beans» tema que apeló a los nostálgicos de la banda, cuando podían perfectamente definirse como una banda pop saturada de guitarras. Juguetonas estrofas californianas onda Sugar Ray y electricidad en este pequeño, que además adapta el carácter freak de la banda a la era Internet en su vídeo.

El disco cuenta en verdad con mayor profusión rockera, aunque basada en unos modelos más hard-rock que las maneras indies que nos sedujeron en su día. Así pasa con «Troublemaker» con fuerte poso rítmico. Más rapera es «Everybody Gets Dangerous», que parece un tema de los últimos y deslucidos Red Hot Chili Peppers. Si, de esos que suenan pasados de moda, aunque en este caso sus riffs consiguen que más que inofensivo sea infeccioso y te anime a moverte por ridículo que te puedas sentir. También en un «By The Way» podríamos encuadrar un tema como «Cold Dark World» (cantada por Scott Shriner) r’n’b movido por guitarras.

Hablando de lo más interesante hay que hacer la primera parada en la opera-rock de «The greatest Man That Ever Lived» que nos lleva en un viaje desde el indie-rock furibundo del Blue Album a los alardes nueva oleros del «Make Believe» recordándonos por el camino a pasajes de lo último de sus colegas de Green Day. Demasiado ambiciosa tal vez, algo de lo que no peca «Dreamin'», que rescata ese pop californiano y dulzón pero electrizado como un cruce de su famoso Buddy Holly y la melancolía de su disco verde. Probablemente el que más sabe a clásico del disco, aunque no se libre de esos alardes entre operísticos y de formación vocal.
En el apartado miscelanea podemos destacar «Heart Songs», un relato un tanto ñoño de la música con la que creció Rivers Cuomo, desde Michael Jackson al heavy metal o Nirvana. Si precisamente el Nevermind parece ser el detonante de su formación no se entiende el tono r’n’b. En «Automatic» es Pat Wilson quien canta a medio camino de Reznor, Grohl y el propio Cuomo, un buen tema que engancha tanto en el aspecto vocal como de guitarras, si bien se ve sobreproducida. La mayor rareza es de hecho un tema muy convencional (Thought I Knew), tanto que podría ser de Matchbox 20 o Eagle Eye Cherry. Lo peculiar es que la canta Brian, y más que las de sus compañeros, se sale demasiado del sonido Weezer.

La épica balada «The Angel and the One» que tan bien quedaría en el próximo de My Chemical Romance, cierra un disco que podemos catalogar de divertido con todas las de la ley, pero ni forma un todo conectado, ni puntúa (ni de broma) cerca de los previos homónimos de la banda. Personalmente noto una perniciosa influencia de la música negra en la evolución de Rivers Cuomo como compositor. Habrá que esperar a un hipotético «Yellow» con más miedo que ganas.

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1 de enero de 2008