/Reseñas///

Finch – Back To Oblivion

Finch - Back To Oblivion portada
Razor & Tie, 2014
Productor: Brian Virtue
Banda: Nate Barcalow, Randy Strohmeyer, Alex Linares, Daniel Wonacott, Alex Pappas

Géneros: , ,

6.0

Nueve años pasaban ya desde la última aparición discográfica (Ep’s y directos aparte) de los californianos Finch, y lo cierto es que para según qué estilos y géneros musicales, casi una década puede ser mucho tiempo. Pertenecientes a aquella enésima generación emo (nunca he tenido muy clara esa clasificación) que significó el último paso salvable antes de que los medios y los sellos llevasen hasta la caricatura dicho término, lo cierto es que Finch, al contrario que muchos de sus coetáneos, supieron reciclarse tras el exitoso “What It Is To Burn”. Su segundo trabajo, “Say Hello To Sunshine”, supuso un salto hacia la madurez que, si bien era obvio que traería una considerable bajada de ventas, también podía servir para granjear a la banda un prestigio que el excelente pero demasiado generacional“What It Is To Burn”, no había logrado más allá de la gran mayoría de advenedizos de las modas habituales. 

Sin embargo, problemas internos, unidos a esa sensación de no estar en tierra de nadie en lo que a estilo se refiere, llevaron a la banda una odisea que les ha arrastrado durante años hasta este “Back To Oblivion”, tercer disco de la formación, e híbrido de irregulares resultados entre el carácter pop de los inicios de la banda, y los contoneos más retorcidos del ya mentado “Say Hello To Sunshine”. Y digo irregulares porque, como suele ocurrir en la gran mayoría de regresos de este tipo, en contados momentos lo aquí escuchado alcanza el nivel de cualquiera de los momentos pretéritos de la banda.

Queda bastante claro desde los primeros minutos que a Finch se le da bien lo de hacer buenas canciones de esas que coquetean con el emocore 00´s, el post hardcore y el rock épico de estadios. Pero que se te de bien hacer algo no quiere decir que cada vez que te pongas a ello vayas a lograr los objetivos esperados. Como todo, irá en cuestión de gustos, pero para un servidor la banda anda más fina cuando se acerca a Glassjaw (“Two Guns To The Temple”) que a The Used, e incluso cuando llevan su amor por Deftones hacia postulados más accesibles (“Picasso Trigger”, “Play Dead”) logran resultados cercanos al notable. 

Esto, unido a que Nate Barcalow sigue siendo una de las voces más solventes y heterogéneas de la escena, y a que el sonido logrado suena moderno y potente, debería ser suficiente, y de hecho lo es, para entender este regreso como una vuelta digna. Otra cosa sería catalogarla como necesaria, adjetivo éste que no termina de merecer “Back To Oblivion”. Y no lo logra porque son muchas las canciones (“Tarot”, “Murder Me”, “Inferium”) que no solo no alcanzan el nivel, sino que incluso desprestigian el legado de su obra. Sobran semibaladas ñoñas y medios tiempos, y falta ocurrencia y originalidad al estilo de temas pasados como “Ink” en los que melodía y guitarreo se daban la mano de forma sobresaliente. 

Hay estilos que envejecen peor que otros, y en la mano de los músicos que los interpretan está el saber cómo evolucionar y escapar de los que rápidamente quedan trillados. Finch supieron hacerlo en su momento, logrando dejar dos discos muy disfrutables en su fondo a la vez que claramente diferentes en la forma. Ahora tocaba demostrar que su vuelta podía traer o bien algo diferente, o al menos algo que igualase los mejores momentos de lo antes expuesto. El objetivo lo han logrado en pocos momentos, y por lo tanto sin poder tildar de fallido este tercer disco, sí que al menos le corresponde el apelativo de poco tracendente. Al menos si sirve para verlos por aquí en directo la cosa habrá merecido la pena. Para eso se reúnen hoy en día los grupos ¿no?

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1 de enero de 2014