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Bad Religion – Into The Unknown

Bad Religion - Into The Unknown portada
Epitaph, 1983
Productor: "Back to the Known"
Banda: Greg Graffin, Brett Gurewitz, Paul Dedona, Davy Goldman

Géneros:

6.0

Título más que apropiado para el disco más olvidado y repudiado de la carrera de los californianos, porque es una absoluta rareza dentro de su carrera. Considerado por muchos como lo peor que hicieron en su carrera, lo cierto es que no merecían críticas tan destructivas, al menos intentaron hacer algo diferente, aunque después, ante los palos que les pegaron volvieron a su senda hardcore con «Back to the Known».

Este «Into the Unknown» nada punk, comienza con un tema rockero con sintetizadores (sí, habéis leído bien), muy propio de los años 80. Las melodías de su posterior estilo melódico están ahí,lo que cambia es el envoltorio. «Chasing the Wild Goose» es un tema pop-rock muy logrado, de lo mejorcito del disco.

«Billy Gnosis» incluye unos teclados y aquí es cuando a uno le habría gustado ver la cara de un fan de los Bad Religion primigenios echando espuma por la boca,ante un disco de estas características, más cercano a Van Halen que a Black Flag.

«Time and Disregard» es un tema acústico de 7 minutos de folk-rock de regusto sesentero/setentero,con final electrizante. ¿Bad Religion haciendo temas de 7 minutos? Impensable ¿verdad? Con «The Dichotomy» recupera el protagonismo los sintetizadores en un tema donde suenan más progresivos que nunca.
«Million Days» es otro tema acústico con regusto a rock de estadio, eso sí, con una mala producción,como todo el disco, que les quedó algo cutre, que en su sonido aguerrido no es inconveniente, pero en éste más pretencioso es muy significativo, aparte que también el sonido también está desfasado.

Con «Losing Generation» vuelve el rock progresivo con sintentizadores, en un tema que eliminándolos y añadiéndole el toque de siempre de los de Greg Graffin no estaría nada mal. «You Give Up» pone el broche a esta marcianada de los padres del hardcore melódico, con otro tema que ejecutado de otra manera podría estar perfectamente en bastantes discos de Bad Religion.

En definitiva, si este disco es marginado dentro de la carrera de los californianos es por algo, no resiste la comparación posible con discos de la talla de Suffer o No Control, pero no es tan tan horrible como lo pintan algunos, tienen cosas salvables y además, es de alabar en una banda tan conservadora estilísticamente como ésta, que diera un cambio tan radical en su música, aunque sea fallido.

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1 de enero de 1983