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«Esas influencias de la cultura española forman parte de nuestro imaginario y nos parecía natural incorporarlo a nuestras canciones»
Melange, banda formada por Adrián Ceballos, Mario Zamora, Daniel Fernández, Miguel Rosón y Sergio Ceballos, han sido una de las sorpresas locales del año con su particular muestra de psicodelia. Se presentan este mismo sábado 2 de abril en la sala El Sol de Madrid, así que charlamos con Miguel sobre todo esto.

/Entrevistas///

Habéis aparecido como de la nada pero con la garantía de haber participado en formaciones con bastante nombre. Contadnos de dónde nace Melange y hace cuanto de aquello.
Melange nace de un viejo proyecto con Adrián que retomamos gracias a la ayuda de Mario y Dani. Surge de las cenizas de otros grupos y de algunas canciones que teníamos por ahí. Es también un afortunado encuentro personal en el que compartimos ideas e influencias para dar nuevos enfoques a esas canciones que ya teníamos o componer en conjunto algunas nuevas.

Con respecto al sonido muy propio de Melange creo que es curioso de dónde partís con las composiciones. ¿Desde el principio sabíais que queríais llegar a algo similar a lo que tenemos en el disco o habría sido muy ambicioso pensar así?
Sabíamos que queríamos obtener unos resultados similares a los que hemos llegado y trabajamos para conseguirlo. Si bien en un principio teníamos la impresión de que iba a ser algo más tranquilo, creo que no esperábamos tanta energía e intensidad en las canciones.

Lo que se antoja algo complejo llegar hasta unas canciones tan pulidas y con un sonido tan propio. ¿Hubo mucho trabajo de local de ensayo hasta pulir las canciones o ha sido mucho más trabajo de retoques de estudio?
Hubo mucho trabajo a nivel de composición fuera y dentro del local. En el estudio en Granada con Carlos Díaz Requena, grabamos la base principal en directo en estudio en cinco días. Y ya en Madrid con Enrique Borrajeros en su estudio Fantom Power grabamos arreglos, voces y detalles. Pero el esqueleto de las canciones estaba bastante claro antes de grabar.

El caso es que debutáis con un LP doble, algo también arriesgado para los tiempos que corren: pocos discos pasan ya de la media hora. Evidentemente, en vuestro caso era necesario.
Creo que hemos tenido mucha suerte. Tanto a nivel musical como personal la conexión ha sido muy buena, diría que fuera de lo habitual. Generamos mucho material en poco tiempo gracias a ese buen entendimiento. Incluso tuvimos que descartar varias canciones de un amplio repertorio que preparamos durante casi un año. Aunque ya repito que todos traíamos canciones en la maleta. Luego vimos que estábamos satisfechos con las canciones que decidimos grabar. Pienso que durante ese proceso éramos conscientes de que de alguna manera estábamos contando una historia y de ahí que decidiéramos pensar bien la secuencia de esa narración en forma de canciones. Para nosotros el resultado natural de ese proceso desemboca en este disco que podríamos llamar “conceptual”.

Eso iba a preguntar. Da la sensación de tener las cuatro caras del LP bien diferenciadas ¿verdad? ¿Hay algo especial en ese orden y en lo que queréis contar entonces?
Hay un orden meditado y un crecimiento en la narración. Digamos que la forma de contar esta historia no es “figurativa” (por así decirlo) y que nuestro enfoque puede ser un poco más intuitivo y abstracto. Aún así, creo que hay algunos conceptos importantes. Creo que a lo largo del disco sobrevuelan algunas ideas como el movimiento, el cambio, la imaginación o las formas de percibir y la capacidad de transformar la realidad.

Creo que algo que habéis conseguido es presentar el abanico total de casi todo lo que puede significar la “psicodelia”. La de “verdad”, digamos, no la de la moda actual de meter un reverb a cuatro acordes mal tocados. ¿Que opináis de la etiqueta “psicodelia” hoy en día?
Un día charlábamos de este asunto y Adrián comentó algo así como “¡Quién sabe ya lo que es la psicodelia!” Me acuerdo que nos reímos mucho. También, un buen amigo nuestro, Fernando Rujas, que fue miembro de Lüger, solía escenificar con unos bailes muy divertidos y unos movimientos de manos hipnóticos lo que es la psicodelia. Esto también nos daba muchas risas…

Ahora más en serio. Supongo que en el momento en que surgió el fenómeno más clásico entendido como psicodelia, el 67, verano del amor, Mayo del 68, todas esas religiones de oriente y sustancias enteógenas flotando en el ambiente, tenía algo más de sentido. Si bien creo que ese fenómeno nace en gran medida de recuperar e integrar el folklore popular y de la mezcla de estilos. Creo que hoy en día esa etiqueta puede ser tan amplia como se quiera, aunque a veces puede ser tan solo un “revival” y un mero ejercicio de estilo.

Dentro de esa mezcla perfecta de la que hablaba marca mucho la diferencia el uso de la tradición española, no solamente la influencia exterior. Me llama mucho la atención, creo que nadie había conseguido algo así en un género puramente psicodélico-progresivo en los últimos tiempos. Porque en el disco no es sólo la comparación obvia con Triana, es que como decís vosotros mismos en la nota de prensa hay mucho de Vainica Doble, Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán o hasta de Lole y Manuel… ¿Cómo fue encajando esto en vuestro sonido? ¿Algo natural o algo que quisisteis impregnar desde el principio?
Esas influencias que mencionas y otras muchas forman parte de nuestro imaginario y nos parecía natural incorporarlo a nuestras canciones. En España hay una riqueza cultural de una gran latitud y eso se manifiesta en la música de una forma inequívoca.

«Esas influencias de la cultura española forman parte de nuestro imaginario y nos parecía natural incorporarlo a nuestras canciones» - Melange

En todo esto supongo que también influye mucho el tema de las letras: temática y manera de cantarlas. Desde luego, hoy en día es algo muy atrevido. ¿Qué influencias habéis tenido? Creo que no teníais demasiada experiencia en castellano antes, ¿no?
Bueno, al final, si te paras a pensar y te das cuenta de que has escuchado mucha música en castellano, que es tu idioma y que con él conectas a una mayor profundidad e intensidad, pues resulta muy tentador intentar hacer algo interesante. Al principio es un trabajo árido. Es complicado transmitir con naturalidad y musicalidad. Hay que remangarse y trabajar. A partir de ahí, creo que nos empezamos a sentir más cómodos, vencer algunos prejuicios y soltarnos a cantar en español.

Os estrenáis este mismo sábado 2 de abril ¿Cómo van los nervios para presentar el disco en la sala El Sol? Personalmente tengo mucha curiosidad, puesto que parece que el sonido de Melange es complicado de llevar a escena…
No. Al contrario. Vuelvo a decir que el disco nace del directo en el local. A mi personalmente, las canciones me gustan más en directo porque ganan mucho en energía, aunque no haya tanta posibilidad de controlar el sonido como en un estudio.

En cuanto al directo, supongo que los nervios normales de un debut. Tenemos muchísimas ganas. Hemos preparado el concierto con calma y estamos contentos de cómo suenan las canciones. Y lo cierto es que disfrutamos mucho tocando juntos.

Como repaso final para el directo, ¿qué formación presenta Melange (con sus instrumentos al lado) en vivo?
Pues ahora somos cinco, con la incorporación de Sergio Ceballos a la guitarra. Así que la formación se compone principalmente de batería, bajo, sintes y dos guitarras. En el directo de la sala El Sol tendremos la suerte de poder contar con Sara Muñiz a la viola y Luis Erades al saxo, que ya grabaron con nosotros en algunas canciones del disco.

Antes de dejaros ir a seguir preparando el directo del sábado, ¿cómo van las otras bandas que tenéis? ¿Lüger y Rip KC están totalmente paradas? ¿Y qué tal con Bucles, Mohama Saz, Los Cuantos, Reserva Espiritual de Occidente…?
De las bandas que mencionas, creo que las únicas que sigue en activo son Mohama Saz, Reserva Espiritual de Occidente y La Femme Fakir.

Melange estará actuando en la sala El Sol de Madrid el próximo 2 de abril de 2016 dentro del ciclo 100% PSYCH de Son Estrella Galicia.

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