/Crónicas///

Murder By Death – Barcelona (28/06/2008)

Adam Tulsa, Sarah Balliet, Matt Armstrong, Dagan Thogerson
9.7
La [2], Casi lleno
Precio: 13.00 €

-Steal Away
-Fuego!
-’52 Ford
-Sometimes the Line Walks You
-Masters in Reverse Psychology
-Ball & Chain
-Rum Brave
-Tango
-Dead Men and Sinners
-Until Morale Improves, the Beatings Will Continue
-Comin’ Home
-Devil In Mexico

-Shiola
-Brother
-Dynamite Mine

De por sí hacer un concierto de un solo grupo a las doce y media de la madrugada es un poco aventurado, más todavía si al final abres puertas veinte minutos mas tarde de lo anunciado, y le sumas a que el myspace de los Murder By Death anunciaba una hora distinta; aunque a pesar de tanto viento en contra, la barcelonesa La [2] presentaba uno de los aforos más repletos que le he visto hasta la fecha, reflejaba bien la expectación de público que había causado la que era la primera visita a españa de los estadounidenses.

En total Murder By Death se hicieron rogar un poco más de media hora, arrancando con un setlist que se apoyaba en su magnífico último álbum, Red of Tooth and Claw; consiguieron de inmediato atrapar al público con sus melancólicas melodías y el característico sonido que les da el omnipresente Cello de Sarah Balliet y la profunda voz de Adam Turla, cada vez más cercano a Johnny Cash.

La combinación tuvo un resultado mágico que no decayó en ningún momento, manteniéndose perfectamente las sensaciones que transmite el grupo en sus discos, a ello ayudaba la disposición de los músicos, con Sarah totalmente inmersa en su música (y con el doble papel de Cellista y pianista), y con Adam haciendo las veces de comentarios simpáticos y confraternizar con el público.

A pesar de la omnipresencia de su último disco en lo que claramente era una gira de presentación, el resto del setlist se lo repartieron a partes iguales sus dos anteriores discos, de los que tuvieron el acierto de escoger auténticas maravillas de temas como Until morale improves o Brother; además dentro de la simpatía del grupo, a petición de un miembro del público cerraron el concierto con la característica Dynamite Mine.

Hubo melancolía, pasajes más alegres, momentos para dejarse llevar, otros mucho más coreables, y todo unido con el intimismo y la magia que pocos grupos saben transmitir; con cuatro álbumes a sus espaldas (de los que aprovecharon sólo tres) Murder By Death ya son capaces de hacer conciertos llenos de canciones irremplazables y que sin embargo termines echando en falta algunas otras.

Como único punto negativo quizás el sonido de la sala no fue todo lo bueno a lo que La [2] nos tiene acostumbrados, y a ésto se le sumó que el Cello eléctrico de Sarah no terminó de sonar del todo perfecto, pero son auténticas nimieces comparado con el viaje emocional al que Murder By Death nos invitaron a subir, sólo hace falta esperar que ésta gira europea no sea una excepción, y mantengan ésta costumbre en futuras ocasiones, nuestro bienestar interior lo agradecerá.

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28 de junio de 2008
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