Lukestar son una joven banda -sus miembros rondan la veintena- de Oslo, que demuestra una vez más lo heterogénea que es la escena nórdica con una apuesta bien alejada de géneros como el black metal o el rock & roll macarra que con tanta calidad se desarrollan en aquellas frías tierras. Su música podría definirse como una mezcla entre power-pop e indie-rock con tintes épicos y sentimentales entonados a la adolescencia.
El cuarteto, apoyado en el disco por un quinto miembro a los teclados, nos irradia toda su calidez interior en temas tan perfectos como la radiable Explorer to Receive, la contundente A Place Apart o la relajada It´s Ok Amigo, con una de las armonías vocales más logradas del disco. Y es que Lukestar tienen en la voz de Truls Heggero una de sus armas más distintivas. A medio camino entre la nasalidad grandilocuente de Brian Molko y el tono sensible y a veces algo ñoño de cualquier banda emo, es tan peculiar que en ocasiones puede confundirse su sexo.
«Alpine Unit» se desenvuelve con mayor o menor gracia a lo largo de su decena de pistas, con cortes que pueden remitir al power-indie de Teenage Fanclub (Luke Warm in the House), a Placebo (Ride, colt zigma, ride) o a Jimmy Eat World (Man vs. Light, The Glowaway). Esta faceta emo no sorprende, dado que la banda consiguió colocar un tema escrito para este disco en la décima entrega de la reputada serie de recopilatorios del sello Deep Elm, «Emo Diaries».
La escena está muy poblada hoy día de bandas que se mueven en los parámetros de Lukestar, eso es evidente. Pero, en este tipo de pop-rock melódico lo que suelen sobrar son las poses flequilleras y no tanto las buenas canciones. Los noruegos que nos ocupan cumplen con el segundo aspecto en este debut discográfico, pero aún así les tenemos que apuntar a la extensa lista de promesas con bastante que demostrar.