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Jeff The Brotherhood – Wasted on the Dream

Jeff The Brotherhood - Wasted on the Dream portada
Infinity Cat, Dine Alone, 2015
Productor: Joe Chiccarelli
Banda: Jake Orral, Jamin Orrall

Géneros: , , ,

6.7

Jeff The Brotherhood son desde su comienzo una banda de sonido tan abierto como definido. Es como si fueran unos perfectos discípulos de Weezer, no sólo en el sentido de sonar a ellos en varias ocasiones, sino de cultivar al mismo tiempo un similar gusto por ese hard-rock que nunca ha sido tan bien visto en el mundillo del rock indie. Y de, en general, importarles bien poco lo que se considera aceptable en cada momento.

Estos hermanos son garajeros, poperos, filoheavies, moñas… son unos macarras, son unos horteras y van a toda hostia por la carretera. Bien cargados de cerveza y porros, claro. Todo eso no cambia ni un ápice en este «Wasted on the Dream» cuyo título parece aludir al desencanto que han sufrido con su paso por una multinacional que no les ha tratado bien. Así de inocentes son ellos, como si hubieran nacido en una burbuja (bueno, vale de chistes alucinógenos) y no se hubieran enterado de nada de lo que pasó con el rock alternativo en los 90.

El caso es que aunque hayan salido de Warner, se nota que el disco fue grabado con ciertas expectativas comerciales que han derivado en una producción tan limpia, cuyo resultado a veces se pasa de kitsch. Como si no les viniera ya a ellos de serie, pero contar con Joe Chiccarelli, que ha trabajado con gente desde The Strokes a Jason Mraz, puede tener lo suyo para que encontremos numeritos como «In My Mouth» y sus impagables teclados de gominola.

Por otro lado, la banda sigue fiel al fuzz rockero y lo demuestra en la desértica «Voyage into Dreams» o en la más acelerada y pop «Mystified Minds». Estas tendencias lisérgicas encuentran el mayor clasicismo en el explícito homenaje a Black Sabbath, «Melting Place». Pero como de momento no cuentan con la colaboración de Toni Iommi, han recurrido a otra personalidad del rock de los 70. Es difícil de asimilar cuando nos asalta el pelotazo flautístico en «Black Cherry Pie» que el interprete es el mismísimo Ian Anderson de Jethro Tull. Cuando menos gracioso el encaje del instrumento en este tipo de medio tiempo power-pop. Así son ellos.

Habrá otros momentos más o menos custionables, pero entrañables sobre todo en sus momentos más punk-pop. Y por supuesto hay una buena ración de los mentados Weezer. La cosa va desde el rock de ultramelódicos licks de «Cosmic Vision», donde también conecctan con la oscuridad de Smashing Pumpkins, a esa tajante «Praerie Song» que toca un tema recurrente: la pareja de hermanos quiere ser hippie y libre como el viento. Aunque el temazo absoluto es «In My Dreams» con el apropiado contrapunto vocal de Bethany Cosentino (Best Coast). Delicioso cenit del disco, con permiso de la naif y genial «Coat Check Girl», con coros que te alegran la existencia.

Jeff the Brotherhood son tan entrañables como imperfectos. Aquí sobran muchos temas y estos dos nunca jamás harán un disco definitivo, pero prometen seguir haciendo buenas canciones de rock que encadenan la herencia del género en todas sus épocas. Y no sé el resto, pero yo de eso nunca voy a renegar.

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1 de enero de 2015