Desde Príncipe Pío al Parque Juan Carlos I, pasando por la explanada de la Casa de Campo, el Metro Rock ha ido año a año evolucionando. Este año, con dos festivales metidos en un único día (perroflauteo a un lado y un terreno más rock al otro) hizo que algunos no pudiéramos disfrutar de algunos artistas patrios como Muchachito Bombo Infierno o La Excepción, pero así son los festivales.
Aunque pareciera suficiente estar allí a eso de las 16:30 para no perderse nada (retrasos iniciales esperados), las inmediaciones del parque Juan Carlos I, que acoge la cita por tercer año, estaban ya bastante repletas.
Bajo un sol de justicia, la gente empezó a formar importantes colas para recoger su entrada en el establecimiento Ultimo Minuto y, sobre todo, en la enorme entrada al recinto. Sorprendente era que no se pudiera pasar ni agua a un festival que tenía sólo una fuente y botellas de agua a más de un euro.
Yendo a lo musical, tocó decantarse por uno de los dos festivales anteriormente mencionados. En nuestro caso, tiramos por el rock, con contadas visitas al escenario Parque. Tras perdernos Uzzhuaïa, Estirpe fue lo primero en poder disfrutar.
Mart y compañía siguen teniendo en cierto modo esa vitola de eterna banda promesa, pero en Metro Rock salieron airosos de sobra. La poderosa voz e incansable actitud del propio Mart dan mucho juego en escena, y con temas de bastante destacados como «América», «El Color De Mi Voz», «O Sole Mio» o el homenaje/plagio del «This Town Ain’t Big Enough For The Both Of Us» de Sparks con Faith No More que es «Mi Bella Condición» fueron suficientes para hacernos olvidar el calor asfixiante.
Una de las pocas visitas al escenario Parque, era la de los fuera de lugar Mendetz. Fuera de lugar por lo electrónico e indie de su propuesta, pero sobre todo por lo inexplicable de su horario. A pesar de todo, vimos una banda terminando frente a una explanada bastante llena para la hora que era. Hubiera sido una fiesta de haber sido mas tarde, pero desde luego se fueron del escenario con un muy buen sabor de boca con la reacción del público.
De entre el requerido paseo por los stands del festival, destacamos la extraña presencia de uno sobre los festivales portugueses (aun mas curioso pasarse todo el festival anunciando los festivales del país vecino en las pantallas como si fueran el paraíso… Muy curioso) que regalaban pases gratis a festivales mientras lanzaban camisetas a través de un bazooka.
Savia no mejoró en exceso el nivel. A decir verdad, lo que empezó correcto terminó quedándose soso en esta vuelta a su ciudad, ya con batería nuevo tras la trágica muerte de Alberto Madrid en la carretera. A el le dedicaron «Inmortal», aunque los continuos problemas de sonido, las confusiones del ahora barbudo Carlos Escobedo no consiguieron impactar demasiado ni cuando decidieron tirar de Sôber, «Arrepentido» aparte.
Después, venían las hordas de bandas extranjeras de moda. Los primeros, británicos, están a medio camino entre el metalcore y la Makineta noventera de la ruta del bakalao. Tras un insulso disco que prometía mucho en directo, nos tuvimos que conformar con poder dar cuatro palmadas en «Sorry You’re Not A Winner» y con los pantalones cortos que el cantante de Enter Shikari debió mangar a su hermano mayor (propios de la época de Gary Lineker). Concierto aburrido, insulso y carente de sentido, para una banda a la que apenas les damos un segundo disco para caer en el olvido. Los bailecitos que se marcaron en plan «kañeros valencianos del Scorpia» fue el acabóse.
Superar a Enter Shikari no les debía costar mucho a una banda en muy buen estado de forma como Billy Talent. Tras un paso único por la capital hace unos meses, los canadienses se hicieron la ruta Bilbao Live + Metro Rock con bastante solvencia. De hecho, en el festival que nos ocupa, podríamos decir que fueron los grandes vencedores. Y eso que la cosa empezó con cortes completos de sonido al iniciar «This Is How It Goes». Al final, pasaron a «Devil In A Midnight Mass» y todo les fue rodado. Su cantante Ben Kowalewicz chilla demasiado, pero por contra es un auténtico torbellino. «Red Flag» para finalizar y otros temas como «Fallen Leaves», «Worker Bees» o «Try Honesty» les sirvieron para llevarse a todo el público según avanzaba el concierto. Buenos en disco, mejores en directo.
Momento de reponer fuerzas y de tener que renunciar a Muchachito Bombo Infierno y La Excepción por aquello de no tener todos los días la oportunidad de ver a una banda tan en la cima del mainstream como My Chemical Romance. A un servidor, las actuaciones del otro escenario le eran muchísimo mas atractivas, pero había que dar el callo. Y la verdad que Gerard Way y los suyos comenzaron convenciendo de que aparte del importante factor adolescente en su éxito (increíble el número de quinceañeras en primeras filas), en directo sonaban bastante bien. Eso sí, la historia duró bien poco y apenas podemos rescatar temas como la muy Queen «Welcome to the Black Parade» o el clásico final con «Helena» de entre una actuación entre correcta y algo aburrida, que se nos hizo larga. Eso si, a sus hordas de fans que chillaron y berrearon en cada segundo la cosa les supo mucho mejor.
Ya sin mucho adolescente de los que estaban en primera fila, se fueron en cuantito MCR acabaron, tocaba turno de precisamente todo lo contrario: Bad Religion. Todo lo contrario en cuanto a edad, tablas, mensaje y actitud. Eso sí, antes nos dio tiempo a darnos un viajecito por el escenario Parque a ver al gran Muchachito Bombo Infierno, que a pesar de repetirse demasiado en el cartel del festival madrileño tiene ganado a pulso el ser cabeza de cartel. Escenario repleto que puso en evidencia que había claramente dos festivales en Metro Rock.
Volvimos a tiempo al que nos había tocado vivir a nosotros, para poder coger un sitio bastante aceptable para ver a Greg Graffin y sus ya clásicos Bad Religion. Exclusivo concierto por otro lado en Europa para presentar su nuevo disco en principio, pero que finalmente fue más un homenaje a toda su carrera que otra cosa. Y eso que Mr. Brett (aka Brett Gurewitz) finalmente ni se digno a pasarse por Madrid, pero quedo demostrado que no le necesitan en directo con un pletórico Brian Baker (ok, en estudio si que necesitan al bueno de Brett… eso sí). Así que con un muy buen sonido, un muy buen ambiente de gran cita y un comienzo prácticamente perfecto con «American Jesus» seguidas de «I Want To Conquer The World» es toda una declaración de intenciones. De hecho, elrepertorio plagado de hits como «You», «No Control», «Generator», «Anesthesia» y mas y mas temas de toda la vida sólo nos queda rendirnos a la evidencia de que son grandes.
Ante la imposibilidad de volverse desde el Parque Juan Carlos I fue imposible verse luego a Los Delinqüentes al completo, y tras ver un poco de su demasiado repetido repertorio desde la pequeña colina lateral (¿El concierto mas poblado?), dimos la espantada mientras The Pinker Tones se iban quedando solos en el otro escenario.
Metro Rock sigue siendo bueno, bonito y barato… Aunque cada día parece mas difícil que consigan igualar eso de traerse a todo un Beck en exclusiva como hace un par de años. Nos conformaremos contener algo igual de interesante que este año.
*Gracias a Ruben Lara por cubrir la primera parte del festival, con el sol en lo mas alto.