Pardillos melódicos
Si una banda tendría que destacar por aportar sus melodías al desolador panorama post-grunge, esos serían Weezer, capaces de hacer comulgar en sus canciones a aficionados del indie o del punk-rock. Una banda necesaria con un líder peculiar y una carrera llena de altibajos, pero aún memorable.

El grunge se saldó con la victoria de los sonidos más oscuros y pesados. Mudhoney nunca alcanzaron la fama, Nirvana evolucionaron desde el punk-rock a texturas más herméticas y otras bandas como Soundgarden o Alice In Chains triunfaron aportando un nuevo espíritu a los riffs de Black Sabbath. Se puede decir que tanta desesperanza estaba creando una cierta resaca en la juventud que quería recuperar un espíritu luminoso e instantaneo del rock, sin perder su pose adolescente. Todo esto unido a la moda de los nuevos grupos de hardcore melódico y punk-pop que se estaba gestando, hacía necesario la aparición de una banda como Weezer, capaz de unir el espíritu de Seattle o New York con el de California.

Pero en realidad la banda va más lejos. Partiendo de postulados afines a las melodías y la distorsión de Pixies, se sumergen en el hard-rock de su niñez, los años 70, tomando así como referencias lo mismo a Kiss que a Cheap Trick, Ramones o The Cars. Tal es la falta de prejuicios que su música habrá de ser inevitablemente tildado de rock alternativo ante la variedad de etiquetas que pueden suscitar sus temas (garage-rock, power-pop, punk-pop…).

Todo empezó cuando Rivers Cuomo deja su localidad natal de Yogaville, Connecticut para cursar estudios universitarios en Los Angeles. La infancia de Cuomo estuvo marcada por la escucha de bandas de heavy metal y post-punk así que con ese bagaje decide formar una banda en febrero de 1992 junto a Jason Cropper, Matt Sharp y Pat Wilson. Los cuatro componían una banda curiosa, sorprendentemente alejada de los tópicos de rockstar. Eran unos chavales que se divertían tocando y evadiéndose de la realidad en el garaje, como dejarían claro en uno de los temas de su brillante debut. Tal vez por esta ausencia de pretensiones de llegar a nada sus letras eran realmente sinceras, cómicas e incluso irónicas.

Para ser justos, como en muchas otras bandas es su lúcido lider, Rivers Cuomo (nacido el 13 de junio de 1970) el auténtico caracter de Weezer. Compositor multidisciplinar, cantante y guitarrista, ha sabido guiar al grupo en cada disco a través de sus estados de ánimo y frustraciones.

Tras algo más de un año escribiendo canciones y tocando en garitos ante públicos no excesivamente entregados, presentaron una demo varias discográficas bajo el nombre de Weezer. Respecto a la elección de esta palabra que no figura en el diccionario hay versiones que se contradicen. Segun algunos era el mote de Rivers en el instituto aunque en ocasiones han declarado que salió al azar cuando a la hora de dar un concierto les pidieron que improvisaran un nombre. Para entonces Cropper ya había sido sustituido por Brian Bell a la guitarra.

Geffen contestaría, lo que devino en un primer disco para la banda, que se traslada a New York para grabar en los Electric Lady Studios con Ric Ocasek, ex-lider de The Cars como productor. Weezer fue un disco homónimo y para muchos, el más redondo de la banda, aunque las opiniones están muy divididas. Como mínimo, este The Blue Album como sería conocido a causa del color de su portada, es el más rápido e instantáneo de su carrera. Y es que Ocasek ensambló perfectamente la distorsión garajera y el punk surfero con la melodía pop y las guitarras metálicas.

Su fecha de edición fue mayo de 1994 irrumpiendo de forma rotunda en la escena con hits como Undone (The Sweater Song), Buddy Holly (todo un tributo a uno de los grandes del rock) o Say It Ain’t So que fueron grandes éxitos, también gracias a que mostraban diferentes facetas de la banda (desde el noise al power-pop) y que se acompañaban de videos muy lúcidos de Spike Jonze. Ganó varios MTV Awards, fue triple platino en USA y emprendieron una extensa gira por su país. Dado el éxito de una banda salida prácticamente de la nada, parte de la crítica les vapuleó como si de una formación prefabricada se tratara.

Pero fueron prudentes. Tras estos momentos de gloria, regresaron a su vida cotidiana; Rivers retomó sus estudios en Harvard, para lo que se trasladó a Boston; Matt y Pat trabajaron en su proyecto paralelo The Rentals, con deudas evidentes al sonido de la nueva ola, y Brian fundó una banda de indie-pop llamada The Space Twins. El lapso tampoco fue muy largo y en septiembre de 1996 se edita Pinkerton. Aunque pudiera parecer lo contrario Cuomo se vió muy afectado por la presión de la crítica, de modo que decidió no apoyarse en promoción audiovisual en su segundo disco.

Algunas cosas habían cambiado. En principio y sobre todo por las citadas presiones, Cuomo tomó el control absoluto de la banda y decidió autoproducir el disco. Además el cambio de sonido fue rotundo, Pinkerton tenía un aire mucho más indie y notable menor vocación de singles respecto a su debut. Las letras eran más personales y en general el aire del disco es más pesimista y melancólico a pesar de que las melodías siguen siendo irresistibles y crudas. Tres singles se extrajeron, El scorcho, The good life y Pink triangle, gracias a las que obtuvieron oro, un resultado mucho más discreto que su debut.

De nuevo, a pesar de la evolución hacia el emo-rock y de que para muchos es este su mejor disco, parte de la crítica, en especial la siempre «rigurosa» Rolling Stone ubicaron a Pinkerton en sus páginas como el peor disco del año. Esto sumió a su cantante y compositor en un trance de tres años en el que se olvidó por completo de la banda aunque también fue cosa de que los otros tres miembros decidieron buscar su propio camino. Matt Sharp, bajista y co-compositor de armonías, abandonó definitivamente para centrarse en The Rentals. Más tarde Wilson fundaría otra banda, Special Goodness.

Realmente lo que más influyó en el escaso triunfo comercial de Pinkerton fue, probablemente que el punk-pop había dejado de estar de moda. Cuando Weezer sacó su debut Green Day y Offspring eran superventas y de repente la MTV retiró su apoyo a este tipo de bandas. Pero la banda tuvo el consuelo moral de que en Internet el disco fue record de descargas, con lo cual tan malo no debía ser, especialmente dado el nulo apoyo mediático.

Pasaron los años y Rivers concluyó su carrera de literatura en Harvard. Así que sin moverse de Boston buscó un bajista (Mikey Welsh) y empezaron a ensayar. La siguiente primavera Rivers y Mikey se juntaron con Brian y Pat en Los Angeles, aportando cada uno sus ideas para los nuevos temas en las sesiones de ensayos. En 1999 se enrolan en el festival skater Vans Warped, lo que alternan con fechas por clubs estadounidenses, en ocasiones bajo nombres diferentes. Para sorpresa de la banda, todas las localidades se agotaron y así la maquina comienza a engrasarse de nuevo

Finalmente, tras cinco años de silencio y una vez habida cuenta de que había fans esperándoles, en 2001 Weezer vuelven revitalizados con su tercer disco, de nuevo homónimo. Por ello sería conocido como The Green Album ya que la portada era en esta ocasión de un verde claro chillón. Fue grabado en Los Angeles nuevamente con Ocasek y una vez más, la crítica le ha consagrado como su mejor álbum. Y al verdad es que es aqui donde alcanzan la perfección pop aunque las melodías hayan perdido agresividad.

Su primer sencillo Hash Pipe, debutó top 10 en el Billboard Modern Rock en mayo de 2001 y fue un hit en radios de todo el mundo. Además conllevó polémica por verse como una apología del cannabis. Pero Hash Pipe daba una imagen muy punk de un disco que es eminentemente pop. Los dos puntos extemos serían vistos en sus singles, ya que le siguió la apacible Island In The Sun, que triunfó hasta el punto de filmar dos videos diferentes para el mismo tema. El tercer single ya suponía un punto más equilibrado dentro del álbum, la ramoniana Photograph.

En general Green Album era menos indie, menos áspero que Pinkerton. Conservaba eso si, el sonido power-pop consiguiendo la mayor perfección melódica de su carrera, con coros y estribillos clavados. El efecto se acentúa al notar que solo se compone de 10 temas muy escuetos, la mayoría de menos de 3 minutos. Y es que Beach Boys y Ramones son influencias innegables y en este disco se hace especialmente palpable. Así Cuomo se revela como uno de los mayores creadores de melodías de nuestro tiempo, tanto que nadie se atrevió a decir nada malo de Green Album, más bien al contrario, esta vez fue mejor disco del año en varios sitios.

Casi sin descanso, en mayo del 2002 sale su nuevo trabajo llamado Maladroit. Producido esta vez por Rod Cervera, miembro de The Rentals. La banda crea su disco más ecléctico donde tiene cabida el pop relajado pero también los riffs explosivos deudores del metal y sonidos afines al grunge. Por tanto menos instantáneo esta vez y más cercano al difuso concepto de rock alternativo.

En 2003, aparte de las giras podemos destacar una nueva faceta de Rivers Cuomo, componer y colaborar con otros grupos de órbitas diferentes a la suya como los rapmetaleros Limpbizkit, los clónicos de estos Crazy Town o los post-grunges Cold. Para estos últimos compuso un tema en el que tambien tocaba la guitarra, Stupid Girl, que llegó a ser single de gran éxito.

2004 asiste a una reconciliación entre el ex-bajista Matt Sharp y Rivers Cuomo llegando a interpretar juntos antiguos temas en directo, lo que no significa su vuelta a la banda. Geffen reedita su aclamado debut con un disco adicional, que contiene rarezas, versiones en directo o acústico y algún que otro inédito de diverso caracter, desde lo más punk que han hecho (Paperface), ejercicios new-wave (Lullaby For Wayne) hasta retro sureño prácticamente a capella (My Evaline).

Por fin en 2005 la banda regresa de nuevo con Make Believe, un disco en el que Rivers da rienda suelta a su amor por los ochenta tanto con la masiva inclusión de teclados como con algun que otro solo típicamente heavy, siempre sin dejar de cultivar los himnos pop-rock marca de la casa. Un año después de la edición del disco, el guitarrista se casa y anuncia en plena luna de miel que es probable que no haya un futuro para Weezer.

A partir de aquí comenzaría una época incierta y caprichosa de cuasi dictadura de Rivers Cuomo en la banda. Hablamos de un buen puñado de discos con más fracasos que aciertos y entre los que podemos destacar como paradas interesantes «The Red Album», «Everything Will Be Alright in the End», «The White Album» y «Ok Human».