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Veronica Falls – Waiting for Something to Happen

Veronica Falls - Waiting for Something to Happen portada
Slumberland, 2013
Productor: Rory Atwell
Banda: Patrick Doyle, James Hoare, Marion Herbain, Roxanne Clifford

Géneros: , , ,

7.6

Valientes han sido Veronica Falls regresando con un disco apenas un año tras ese radiante debut que les puso en boca de todos. Especialmente cuando aquel fue fruto de muchos meses de trabajo y contenía cerca de la media docena de singles editados con anterioridad. La verdad es que siguen siendo tan encantadores que nos cuesta afrontarlo, pero «Waiting for Something to Happen» es una segunda parte con todos sus clichés. Digna, pero menos fresca.

Siguen dejándonos sin respiración con la urgencia de temas como «Tell Me» y «Waiting for Something to Happen», trayendo al indie-rock lo mejor del pop de los 60 en «Teenage» o «If You Still Want Me» y derrochando felicidad por donde pasan sus coros, ritmos y guitarras, siendo un gran ejemplo «Broken Toy». Pero han ganado en convencionalidad pop al tiempo que han dejado un poco lado ese guitarreo rítmico en vibrante en busca de mayor limpieza y fluidez.

El pop ágil de «My Heart Beats» que parece cortar el viento con esas voces dulces y esos guitarreos shoegazers pero siempre sin llegar al ruido o, en un tono más frágil, «Buried Alive» son un par de las joyas del disco. Pop tan perfecto que cualquier día les descubrirá un publicista y mancillará estas tonadillas para vendernos lo mismo seguros de vida que las energías verdes de alguna gran eléctrica.

Se echan de menos los claroscuros y nos tenemos que conformar con su mirada a los Pixies/Breeders en «Shooting Star», el tono nostálgico de «Everybody’s Changing» o la para mí absoluta cumbre del disco, «Falling Out», cuya línea vocal del estribillo me suscita delirios enamoradizos con Roxanne Clifford, la angelical voz al frente de la banda. Son canciones de este tipo las que hacían de su debut algo tan vibrante, etéreo a la vez que carnal. Eso y también es tratamiento frenético de herencia garajera como el de «So Tired».

«Waiting For Something to Happen» es un paso adelante en cuanto a composición (sobre todo por la citada rapidez en juntar tantas canciones notables) e instrumentación (los desarrollos instrumentales son… en fin, más desarrollados), pero carece de esa gracia volátil tan irresistible del debut de los londinenses. Sin la parte más oscura, se muestra casi siempre radiante y luminoso y quizá por eso, más predecible e inofensivo, sin que tengamos que desentrañar las melodías entre el misterio. Lo que sí tenemos claro es que en un mundo ideal lo de Veronica Falls sería pop a secas y con mayúsculas, sin etiquetas ni prefijos.

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1 de enero de 2013