TV On The Radio - Return to Cookie Mountain [2006] reseña

TV On The Radio han sido una de las grandes sorpresas de 2006 en el mundo del rock. Sin apenas promoción y con sólo un disco en su haber, los de Nueva York han visto como su segundo álbum copaba las listas de lo mejor del año en multitud de revistas y grandes nombres de la música (Bowie, Reznor…) sólo tenían alabanzas hacia su música. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿merecen Adebimpe, Sitek y compañía todos estos halagos o nos encontramos de nuevo ante el nuevo hype del mes? Yo afirmaría que nos encontramos ante uno de los grupos más prometedores e interesantes de la actualidad.

Vayamos por partes. La música de TV On The Radio parece provenir de muchas partes (indie, post-punk, soul, jazz, electrónica…), pero a diferencia de muchos, no suenan ni mucho menos deslabazados o dispersos. Estos cinco tipos, cuatro de ellos negros como el tizón (cosa que sigue llamando la atención en un mundo dominado por los blancos como es el rock) han conseguido algo que parecía impensable a estas alturas: un sonido propio. Sí, porque aunque si escuchamos con atención las once canciones del disco encontraremos la pista de sus múltiples referencias, a la hora de concretar su sonido pocos grupos actuales se les acercan en cuanto a planteamiento musical. Podríamos decir que los TV son al revival post-punk (subgénero en el que se han empeñado en encasillarlos, aunque éstos vayan mucho más allá) lo que The Mars Volta al rock progresivo. O sea, un caso aparte.
En cuestiones meramente cualitativas, la banda no se queda atrás: la música está a la altura de las circunstancias. Las once canciones que componen el álbum son estupendas, y a pesar de sus a priori extrañas estructuras, la verdad es que tienen un regusto pop y melódico muy adictivo. «Wolf Like Me» es el evidente hit del álbum, uno de esos temas que rondarán tu cabeza durante semanas o meses, invitándote a pulsar el play una y otra vez. En el resto del disco, aunque sin ser tan accesibles y directas como la anterior, nos encontramos con otros trallazos melódicos como son «Hours», «Province» (con colaboración del mismísimo Bowie en los coros), «Dirtywhirl» y «Blues From Down Here», donde se saca a relucir la gran capacidad de estos chicos para crear melodías y combinar distintas voces. «I Was A Lover», «Playhouses», «Let The Devil In» o «Wash The Day» tienen sin embargo un ritmo más pesado, tribal y cuasi industrial en ocasiones, mostrando quizá la vena más difícil del combo, pero no por ello menos satisfactoria. «Method» es un interesante experimento de voces superpuestas (llegan a oírse hasta 3 o 4 al mismo tiempo) y percusión, y «Tonight» podría definirse como la «balada» del disco, por llamarla de alguna manera.

«Return To Cookie Mountain» es lo que podríamos llamar un disco «diferente», un muestra de identidad de un grupo que no quiere caer en los cánones y que hace posible el ensamblaje natural de elementos y estilos musicales aparentemente contrapuestos. Quizá en un futuro esta mezcla sea difícil de volver a obtener de forma tan acertada, pero por el momento disfrutemos del gran resultado obtenido a día de hoy. Y yo creía que hacían reagge…