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El Pardo – El Pardo

El Pardo - El Pardo portada
La Resistencia, 2013
Productor: Ramón Moreira
Banda: Javi, Koldo, Marta, Miguel, Paula, Raúl

Géneros: , ,

8.5

Muchos pensaremos que hacía falta una banda como El Pardo. No sé si es una frase justa, siempre hay bandas de punk y hardcore a menudo miradas por encima del hombro desde los entornos del pop sofisticado por la simpleza de su propuesta o el supuesto cliché de sus letras. Por tanto El Pardo no hacen sino revitalizar desde el poder más masivo (vaya) del indie, el denostado género de la canción política. La Fundación Robo ya ha venido en estos últimos años acompañando el descontento desde la música contemporánea y El Pardo no puede entenderse sino como un nuevo ladrillo en un bloque de artistas abiertamente hasta los cojones.

En sus influencias caben ante todo el abstracto post-punk de The Fall, el hardcore rockero y combativo de Black Flag y por qué no, el no tan anacrónico punk de Eskorbuto o La Polla Records. Al fin y al cabo, la depresión de décadas pasadas entronca tanto con la actual como deja ver «¡Son los 90!». Son estos temas, los de mayor minutaje, en los que se entregan a una suerte de spoken word sobre hipnóticos escenarios, los que más escuecen en la llaga, los que más calan. «La Charla Final», absoluto cenit del disco y uno de los momentos musicales más emocionantes que he escuchado en mucho tiempo, nos ofrece una lección de historia contemporánea narrada de forma humana e intensa, transmitiendo con la debida paranoia lo mucho que estamos perdiendo día a día.

El disco cuenta con momentos más ligeros, por lo general más inofensivos pero importantes para el equilibrio como el festivo escarnio garajero a costa de «El inutil de Mariano», la chocante y muy lograda mezcla de Mark E. Smith con Evaristo que es «Las Clases Ociosas» o el brutalmente naif punk-rock de «La Hoguera de San Jerónimo». Dentro de que este debut tiene muchos temas obvios sobre los que lanzar su corrosión destaca «De Temporada» que utiliza como coartada un anuncio de ropa, aunque no por su sarcasmo resulta más ligero. Ese papel le corresponde a su particular spot de cantautor que canta las bondades turísticas del pueblo que les da nombre.

Estamos pues, ante una soberana bofetada en forma de disco lleno de letras sangrantes, a veces derrotistas pero casi siempre lúcidas que no voy a caer en el recurso fácil de citar una tras otras para llenar la reseña. Un debut capaz de atraer la atención de la Audiencia Nacional en esta aciaga democracia y no lo digo por decir. El Pardo es la música que quiso ser clase media tomando conciencia de su posición real.

El único temor que cabe ante el debut de El Pardo es que se convierta en otro producto víctima de la cultura pop actual, carne de magazine de tendencias que lo mismo habla de música, que de trapos Desigual o trivializa la política. Esperemos que el “yo no soy de izquierdas, tampoco de derechas, yo sólo soy indie, fan de Los Planetas” no se les vuelva en contra en boca de una pléyade de modernos.

 

 

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1 de enero de 2013