/Reseñas///

Panic Channel – (One)

Panic Channel - (One) portada
Capitol, 2006
Productor: Josh Abraham
Banda: Steve Isaacs, Dave Navarro, Chris Chaney, Stephen Perkins

Géneros:

4.0

Here We Go!

El tan esperado disco debut de The Panic Channel ya ha llegado y bautizado -en un arranque de originalidad sin precedentes- como (One). La banda está formada por Dave Navarro (narcisista guitar hero de perforados pezones y de inolvidables riffs en Red Hot Chili Peppers y Jane’s Addiction), Stephen Perkins (batería y percusionista de estimable talento de sobras demostrado en Jane’s Addiction, Porno for Pyros y en Banyan), Steve Isaacs (cantante de los insustanciales Skycycle) y –HORROR!- Chris Channey (sosísimo bajista de Alanis Morrisette y de los Jane’s época Strays). Con estos músicos de desigual valía, Panic Channel se estrena con un disco de estudio.

El resultado de la unión no ha podido ser más desangelado (que no os engañe la portada). Trece temas que pasan por los oídos atisbando algunos ramalazos nostálgicos en tu mente y poca (poquísima) cosa más. El álbum se inicia con la “potente” Teahouse of the Spirits y sigue con la “rabiosa” Left to Lose. Un par de canciones que sin resultar novedosas, al menos tienen cierto gancho melódico. Continua con la nocturna y sobresaliente Bloody Mary (el mejor tema del disco con mucha diferencia) y con el descafeinado single Why Cry. A partir de allí, las canciones pasan y pasan, sonando a grunge metálico de 4a división o aún peor, de cadete regional. She Won’t Last es del montón, Night One (From Planchette) es un intento de canción épica, Lie Next to Me es un esbozo de canción emotiva y fantasmal, … y así todo el tracklist. La palabra que mejor define a (One) es anodino.

Cierto es que algunos riffs made in Navarro suenan muy bien, que Steve intenta con ahínco imponer su sello y que Perkins obsequia con algunos buenos momentos, pero la suma de todo, da un producto condenado. Se nota la experiencia de los músicos involucrados en el proyecto, pero aún así, la definición del sonido de la banda es muy borrosa. Tienen momentos clónicos a Evanescence, momentos de dureza de diseño, grunge deslavazado, emotividad más que dudosa, letras en ocasiones sonrojantes (salvando Bloody Mary y el binomio Navarro/drogas) y, sobretodo, canciones con nulo carisma, que decantan la balanza irremediablemente al lado negativo.

Esperemos pues, que Chris Channey (no me olvido de ti, albino de mi corazón) decida abandonar la música y tener una numerosa camada de pequeños que correteen a sus pies mientras él, sentado frente la chimenea, lea a Paulo Coelho. Quizás así, Panic Channel pueda ofrecernos algo digno de ser escuchado más de un par de veces. Por lo pronto, (One) está destinado a cubrirse de polvo bajo tu cama junto a Nancy, la muñeca hinchable de tu adolescencia.

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1 de enero de 2006