/Reseñas///

Pains of Being Pure at Heart, The – Days of Abandon

Pains of Being Pure at Heart
Fierce Panda, Yebo Music, 2014
Productor: Andy Savours
Banda: Kip Berman (Alex Naidus, Kurt Feldman, Jen Goma, Kelly Pratt)

Géneros: ,

7.4

Imagino que a muchos el éxito y la pervivencia de un grupo como The Pains of Being Pure at Heart a lo largo de estos últimos años les habrá sorprendido. Ya que, lo que parecía en principio ser una banda de ‘dos singles’ arrimada sin miramientos al revival shoegaze, de manera pretenciosa podría decirse ya desde el mismo nombre del conjunto, logró no sólo colar uno de los mejores discos de esta a menudo descafeinada revalorización con su debut, sino crear una continuación bien robusta y guitarrera que los situó en parámetros más afines al rock alternativo de los noventa.

“Days of Abandon” llega ahora tras varios años de gira casi constante y una crisis interna de grupo que muy probablemente ha configurado el nombre final de la obra. Porque además de aludir a la portada, donde dos chicas semidesnudas languidecen en evidente estado de dejadez, y al habitual tono melancólico y nostálgico de la música de Kip Berman, el concepto de ‘abandono’ parece expandirse como reproche a sus antiguos compañeros, Peggy Wang y Alex Naidus, que han ido dejando la formación y que ha obligado al neoyorquino a reconfigurar casi por completo la alineación de la banda en directo y reconvertirla más bien en un proyecto en solitario en estudio.

Dejando aparte posibles teorías conceptuales, musicalmente hablando este tercer trabajo apuesta por un sonido risueño y liviano, no tan melancólico como el primer disco y menos vitalista que su predecesor. Esto se ha conseguido rebajando los límites de la distorsión al máximo (ya no están ni Flood ni Alan Moulder en el estudio de grabación) y dejando la melodía como única línea de conducción; consiguiéndose así la obra más pulcra y limpia de la ‘banda’ hasta la fecha, pero perdiéndose a la vez en inmediatez y frescura por el camino.

No es raro así que nos encontremos con profusión de medios tiempos, formato de canción bien delimitado hasta ahora en su discografía. Ya “Art Smock”, bonito tema acústico colocado al principio del álbum deja claras las intenciones; que no pueden dejar de contrastar en nuestra cabeza con la rabia de «Belong», tema título que habría el disco anterior y que curiosamente también marcaba las directrices de aquél. “Kelly” o “Beautiful You” son otros buenos ejemplos de esta reorientación del sonido: canciones delicadas y agradables, con bastante lugar para voces femeninas, pero que no consiguen dejar tanta huella como cuando aceleran el ritmo y/o dejan (algo) de espacio para las guitarras.

Porque no nos engañemos, los Pains siguen destacando cuando se acuerdan del rock aunque sea casi de casualidad y con cuentagotas. “Simple and Sure”, “Until the Sun Explodes” y, sobre todo, “Eurydice”, resultan ser los mejores momentos del conjunto y precisamente los que más nos recuerdan a tiempos pasados, aunque honestamente sólo la última de las mencionadas arañe el nivel de calidad de los hits que todos tenemos en la cabeza y que forman parte ya del repertorio colectivo emocional indie de los últimos años.

Y es que aunque Kip Berman siga siendo capaz de componer melodías tarareables y agradables, esto no basta si en su currículum previo tiene canciones que han resultado ser memorables, incluso clásicos contemporáneos. Igual los ‘días de abandono’ le han obligado a ser más introspectivo de la cuenta y a dar algunos palos de ciego, fallando el tiro en ocasiones, (“Coral and Gold” o “Masokissed” aburren), pero esperemos que para la próxima ocasión recupere algo más de garra e inspiración, además de cierta estabilidad con su grupo, y nos deje una nueva obra redonda.

 

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1 de enero de 2014