/Reseñas///

Men, The – Tomorrow’s Hits

Men
Sacred Bones, 2014
Productor: Ben Greenberg
Banda: Mark Perro, Nick Chiericozzi, Rich Samis, Ben Greenberg, Kevin Faulkner

Géneros: , , ,

8.2

Algo ha pasado con The Men. Puede ser que la banda que desde que apareció no ha dejado de romper esquemas desde el noise-punk, al indie-rock de poso 80s y finalmente hasta el country-rock, se haya asentado. Quizá esa fantástica «Settle Me Down» sea una pista de que los tiempos frenéticos han pasado para una banda que ha encontrado a velocidad vertiginosa su camino. Ahora toca quedarse a procrastinar creativamente un rato en los manantiales del folk-rock.

Y es que la diferencia entre «New Moon» y este «Tomorrow’s Hits» es sin duda la menor que podemos trazar entre dos discos consecutivos de su carrera. Su caballo ganador sigue siendo el corcel loco de Neil Young y su ambiente preferido el tradicionalismo americano. Así, ganan terreno los solos de armónica, los arreglos de piano inundan todo y se abren paso los tempos lentos y elegantes, casi de salón (o quizá, de «saloon»), que ganan terreno como «Dark Waltz» o «Sleepless».

«Tomorrow’s Hits» está lleno de canciones a las que hace unos 5 años no hubiéramos reconocido su paternidad. Tal vez hubiéramos tomado el folk-rock con groove melódico de «Get What You Give» por algo de Drive-by Truckers o a la hipnótica de mezcla de sensaciones de «Settle Me Down» por un renacimiento de R.E.M. para bien. En otras palabras, nadie es capaz de negarle a Mark Perro y sus secuaces un genio compositivo que hasta ahora se ha demostrado entre ruido y ahora saben evocar desde las puras melodías, sin necesidad de trucos lo-fi.

De hecho si hay algo claro en este quinto disco, es que la banda da la espalda al indie actual y a sus clichés. Soul-rock n roll tan anacrónico como el de la bailable «Another Night» con sus saxofones o «Different Days» con su pegadizo y tontorrón soniquete de teclado, son claros mensajes de que les importa una mierda lo que prensa y público piensen de ellos, están dispuestos a coquetear con el AOR si les apetece. Y esto, desde un sello como Sacred Bones, lanza un mensaje claro de que seguramente las escenas estén muertas. No podemos sino acordarnos del debut de Milk Music, que nos deparó una situación algo similar.

Casi lo único que los neoyorkinos se niegan a abandonar es el incendiario y confuso protopunk de Stooges que encuentra en la arrolladora «Pearly Gates» uno de los puntos claros de entrada al disco para antiguos fans. Por lo demás, The Men siguen su peculiar ruta hacia el clasicismo, ahora por alguna interestatal cualquiera circulando en solitario en un polvoriento coche antiguo y con pocos rastros de civilización indie a la redonda. No es el momento más aventurado de su vida musical, pero es lo que les apetece.

Contenido relacionado

1 de enero de 2014