/Reseñas///

Knife, The – Shaking the Habitual

Knife
Rabid, 2013
Productor: The Knife
Banda: Karin Dreijer Andersson, Olof Dreijer

Géneros: , , ,

7.8

“Shaking the Habitual” es un monumento a la megalomanía, el exceso y la extravagancia de Karin y Olof. Los hermanos Dreijer ya nos dieron algunas (muchas) pistas al respecto de por dónde podría tirar su música con la ópera “Tomorrow, in a Year” de hace unos años; pero ha sido finalmente en este cuarto álbum de estudio donde han desplegado todas sus inquietudes sin mesura. Feminismo, economía, ecología, androginia, filosofía queer y transgénero, y también mucha diarrea mental (el disco ha venido acompañado de un inefable manifiesto), se dan cita en esta suerte de muestra del zeitgeist propio que han ido desarrollando a lo largo de los años.

Este resultado es una más que probable consecuencia tanto del culto que ha ido aumentando en torno a ellos tras “Silent Shout” (obra maestra absoluta del tecno-pop del siglo XXI, por si no había quedado claro todavía), como de su propia naturaleza huraña, esquiva y ambigua y su ambición artística, crecida ante tantos parabienes. Todo junto se ha mezclado en un caldero y ha resultado en un mejunje posmoderno de difícil manejo, comprensión y catalogación; de lenta y complicada digestión, fallido e intragable a veces, pero que, a la larga y con paciencia, nos deja el recuerdo de una serie de extrañas cucharadas de buen color y textura.

Quizá el gran problema de “Shaking the Habitual” es que le falta cohesión y le sobra material. Ya de primeras “Old Dreams Waiting to Be Realized”, veinte minutos de ambient totalmente gratuitos y de difícil escucha completa, nos parece una mera broma de la pareja para partir el disco en dos y desconcertar al oyente, algo muy de su gusto por otra parte. Si a eso le añadimos otros diez minutos de acordeón desafinado en “Fracking Fluid Injection” y algunos interludios sin ningún interés, tenemos que la tercera parte del trabajo es prescindible. Es decir, más de media hora de una obra de casi cien minutos.

Pero el resto, más de sesenta minutos, es música de gran calidad, caótica, libre y original. Poco rastro queda aquí del electro-pop saltarín de “Deep Cuts” o de la elegancia de su predecesor: no se resuelve ningún tema con los clásicos tres minutos y medio, puente y estribillo. No. Obviando interludios, sólo “Wrap Your Arms Around Me” y “Ready to Lose” bajan de los cinco. El resto, se expande lo que sus creadores creen necesario y varias canciones oscilan en torno a los diez minutos, en su mayoría bien justificados.

Así, dentro del maremágnum, tenemos maravillas en perpetua colisión tan contrapuestas como la siniestra y muy abstracta “A Cherry On Top” frente a la traviesa “Without You My Life Would Be Boring”; la tropicalista “A Tooth for an Eye” contra el trance del incómodo single “Full of Fire”; o la desesperación de “Raging Lung” ante el alienante baile de “Stay Out Here”. Frente a tales contrastes, una sensación extraña, como de habernos perdido algo o no haber terminado de entender de qué va el rollo, se instala en nuestro cerebro una vez terminada la densa escucha.

Y es que, una vez vencido el desconcierto inicial, o incluso el tedio, nos encontramos con que “Shaking the Habitual” es un disco único, que produce una fascinación propia como resultado tanto de sus logros como de sus fallos. Los Dreijer no han sido lo suficientemente comedidos, autocríticos o incluso inteligentes como para alcanzar su cumbre artística. Pero por el contrario, han conseguido su colofón conceptual gracias a dejarse llevar por su actitud y sentimiento y hacer y decir lo que realmente les ha dado la gana porque así lo sentían. Probablemente por ello nos parezca al final que este nuevo trabajo es tan brutalmente honesto y, por extensión, humano.

 

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1 de enero de 2013