/Reseñas///

Cordura – La Ridícula Mecánica de la Vida Moderna

Cordura - La Ridícula Mecánica de la Vida Moderna portada
Fragment, 2006
Productor: Javi Letamendia
Banda: Anero, Mitxi, Beko, Josu

Géneros: ,

8.5

Hoy día, con «todo inventado» en el rock como dicen algunos, nos queda disfrutar de sonidos desprejuiciados, de bandas que mezclan crudeza y melodías, que encauzan bien su rabia creando canciones, que ofrecen al oyente letras con las que identificarse. Es el caso de Cordura, banda surgida de la margen izquierda vizcaína. La banda ya captó atención saliéndose de los corsés del hardcore con su primer EP y recogiendo comparaciones con Nuevenoventaicinco o Standstill. Ahora repiten en Fragment con un primer largo en el que pulen esta propuesta.

El disco se plantea como una batalla entre los intentos instrumentales por entretejer sugerentes e imprevisibles melodías y las líneas vocales que optan por un empuje más directo. Y así cabe un poco de todo y no es raro encontrarse seguidos dos temas tan radicalmente opuestos como la antémica «Aquella Noche», arrollador homenaje a lo que se vive en sus conciertos y «Revuelta en Levi Pants», un cúmulo de tensión bien encauzada que resulta en post-hardcore recitado en base a un texto de La Conjura de los Necios.

El uso de sintetizadores es algo que también diferencia ciertos temas del disco como «Un Día Para volver Atrás» o «Un Nudo en La Garganta». Mucho más evidente a partir del ecuador de la primera, añadiendo un amplio desarrollo siniestro que podría remitir a The Faint, por ejemplo. En la segunda es menos determinante, aunque ayuda a redondear con efectos uno de los temas que más se graban en la cabeza con las repetidas escuchas. Esta faceta más ambiental también cierra el disco en el corte homónimo con una frase lapidaria: «La mayor de las cárceles reside en nosotros mismos».

El citado apartado de las letras es determinante. La hermosa sencillez de «Presente Vs. Preterito Perfecto» no afloraría las mismas emociones si no nos pudiéramos sentir identificados con su melancolía introspectiva. Lo mismo se puede decir de la típica y no por ello menos necesaria mezcla de rabia y reflexión de «Consumiendo Insatisfacción (Para Satisfacer Nuestro Consumismo)», con cita final de El Club de la Lucha incluida, o el rebosante vitalismo de «La Distorsión Como Antídoto» con la colaboración de la vocalista de Infinner.

La melodía gana considerablemente la partida a los gritos y las rasgadas atmósferas hardcore retroceden con excepciones contadas como la desquiciada «Otra Estúpida Discusión». El post-hardcore envolvente si que abunda más, por ejemplo en «Demasiadas Cosas en la Cabeza», por momentos cercana a «Consumiendo Insatisfacción», o números que podríamos tachar más claramente de rock alternativo sin más.

La clave de «La Ridícula Mecánica de la Vida Moderna» se encuentra en su heterogeneidad. No cabe duda que el archivo musical de la banda es amplio y variado y eso se refleja a lo largo de sus once cortes que beben del hardcore, emo, noise, rock alternativo o indie. Un tratado de rock moderno que se ve intensificado en unos directos que corren como la pólvora por el boca a boca. No me canso de repetir que la escena esta cada vez más y más interesante y Cordura son un buen ejemplo.

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1 de enero de 2006