¿Quién nos iba a decir que aquellos chicos de Montreal iban a llegar tan lejos? ¿Fueron muchos los que pensaron, al descubrir «Funeral», que Arcade Fire llegarían a agotar entradas en el Palacio de los Deportes de Madrid? Supongo que la respuesta en ambos casos no serían abrumadoras, pero hoy en día Arcade Fire son una de las realidades más imparables del panorama musical.
Durante todo este periodo la fama del grupo ha ido creciendo, gracias sobre todo al enorme apoyo de la crítica especializada que siempre estuvo de su lado, por méritos propios. En 2004 sorprendieron a conocidos (si es que los conocía mucha gente) y extraños con una de las obras más importantes de toda la década pasada («Funeral» está situado en la mayoría de listas de lo mejor de los años 2000 junto al «Kid A» de Radiohead o el «Is This It» de The Strokes entre otros). Dos años más tarde mantuvieron las sobresalientes críticas con el soberbio «Neon Bible» y ahora con «The Suburbs» consiguen mantener su status.
La banda de ocho piezas, capitaneada por el matrimonio formado por Win Butler y Régine Chassagne, ya ha conseguido copar los carteles de los mejores festivales europeos (el último, Reading / Leeds), llenar los pabellones más grandes de la tierra (el último sin entradas es el de Madrid), conseguir hits inmediatos («Wake Up» sobre todo, pero también «Keep The Car Running» o «No Cars Go») y que canten sus canciones invitados de excepción de la talla de Bruce Springsteen, U2 o David Bowie.
Para cerrar las recomendaciones de las esperadas noches de Arcade Fire por España, la dura tarea de telonearles correrá a cargo de Fucked Up, en uno de los casos más flagrantes de bandas de apertura que no tienen absolutamente nada en común (procedencia aparte) con la banda para la que abren; Porque lo de Fucked Up se trata de hardcore, de punk y de un directo sudoroso, divertido e impactante. Hay que ver ese choque estilístico.
