1991, según nuestras bandas (III)
Más grupos nos dejan sus impresiones sobre 1991 y sus discos como parte de este particular homenaje a la música de aquella época. En este caso Ainara LeGardon, Holywater, Edredón y Odio París nos hablan de esos discos que les motivaron a coger los instrumentos.

ODIO PARÍS
[http://odioparis.bandcamp.com]

1991, según nuestras bandas (III) -«Siempre he sido un fan de los teclados de Primal Scream. De ‘Screamadelica’ me sorprendió el uso imaginativo de la teclas, en una época de mucho guitarreo, cuando me parecía que no había mucho que probar más allá del sonido Hammond. Me motivó a experimentar con samplers y crear mis propios sonidos de sinte. Creo que es su mayor aporte a la evolución de la música, aunque me gusta tanto como ‘Give Out but don’t give up’ o ‘Vanishing Point’.»

Marcel, teclista

 

«La primera vez que escuché Loveless de My Bloody Valentine tuve una sensación extraña, entre estupefacción y euforia por escuchar algo totalmente diferente y que me transmitía sensaciones que hasta entonces ningún tipo de música me había transmitido.

Hoy se ha escrito ríos de tinta sobre este disco de cómo cambió la escena independiente para siempre. Personalmente, me motivó a buscar diferentes maneras de tocar la guitarra como la utilización del tremolo y bucear en un mar de frecuencias para devolver lo que este disco me regaló.»

Òscar, guitarra y voz

 

 

 

EDREDÓN
[
http://edredon.bandcamp.com]

1991, según nuestras bandas (III) -«Para mi 1991 es el año del Trompe le Monde de Pixies. Un discazo que no tuvo tanta repercusión como Surfer Rosa o Doolittle pero que demostraba la gran clase que tenían y el intento de hacer cosas nuevas de la banda de Frank Black y Kim Deal. Tiene temazos como «Alec Eiffel» o la versionaza de «Head On» de The Jesus and Mary Chain, por no hablar de «Letter to Memphis».

Los siguientes discos no son del 91 pero es que son unos años de auténticos clásicos del mundo indie que sientan las bases de toda una década, el año antes Sonic Youth edita el Goo y el año después el Dirty, quizás los dos discos más populares y que dieron a conocer a Sonic Youth al gran público con himnos como «Cool Thing», «100%», etc…

Tengo que decir que personalmente el grupo que más influencia tuvo a la hora de ponerme a hacer música fueron Pavement, que en el 92 nos regalaron Slanted and Enchanted. Me flipó sobre todo la actitud que tenía el disco, la manera de entender la música sin virtuosismo, la falta de pretensión, el aroma a la Velvet que había allí. Había temas elegantes como “Here” y “Zurich is Stained” y temas muy ratoneros con distorsiones muy 90’s como “Summer Babe” o “In the Mouth a Desert”.

No sé, para mí escuchar todo esto fue como darme cuenta de que con una guitarra cutre y un Marshall de 10 watios podría hacer la música que me gustaba y poner en práctica los tres acordes que había aprendido a hacer intentando tocar canciones del Nevermind y del Doolittle. Fui consciente de que quería tener un grupo.»

Pedro, guitarrista/teclista

 

 

 

HOLYWATER 
[www.myspace.com/holywaterweb]

1991, según nuestras bandas (III) -«El disco más importante, en mi humilde opinión, del año 1991 fue el Nevermind. Por aquella época ya conocía a los Pixies y a Sonic Youth (aún recuerdo una cinta de «Cromo» de 90′ que me había pasado mi amigo Carlos con el Surfer Rosa…) pero no tuve la sensación de escuchar algo diferente a todo lo que había escuchado anteriormente hasta que escuché este disco. No solo es importante por eso, este fue el álbum que me abrió la puerta para descubrir a miles de grupos de la escena Indie americana y por primera vez tuve la sensación de que los de mi generación teníamos algo propio, algo que nos diferenciaba, en lo musical, de generaciones anteriores, que, como siempre ha sido, se desmarcaban de estos nuevos aires.»

Martín Alonso, guitarrista

 

 

 

AINARA LEGARDON
[
http://www.winslowlab.com]

1991, según nuestras bandas (III) -«Si bien el disco más conocido del 91 y al cual se le están dedicando más líneas últimamente es “Nevermind”, yo destacaría otros publicados en ese mismo año que sin duda “trillé” tanto o más que aquel de Nirvana: “Every Good Boy Deserves Fudge” de Mudhoney, “Badmotorfinger” de Soundgarden, “8-Way Santa” de TAD, “Green Mind» de Dinosaur Jr, “Uncle Anesthesia” de Screaming Trees y, por encima de todos ellos, “Ten” de Pearl Jam, disco al que aún sigo recurriendo con regularidad y disfrutando en cada escucha.

Pero para hacer honor a la verdad, esos discos llegaron a mí dos o tres años más tarde. En realidad en el 91 yo compraba los vinilos por catálogo al Discoplay y recuerdo que fue el año en que no dejaba de escuchar «Tyranny (For You)» de Front 242 y «Ebbhead» de Nitzer Ebb.

¡Feliz 20 aniversario a todos ellos!»

 

 

 

 

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