entrevista con

«No buscamos la provocación para nada. Pero es que estamos en una época muy mojigata»
Rodrigo, la mitad del núcleo duro original de Triángulo de Amor Bizarro, nos cuenta sobre la reinvención del grupo en esta nueva etapa a la que da comienzo su ruidoso "Año Santo"

/Entrevistas///

¿Cómo se plantea uno formar un grupo de rock ruidoso en la Galicia profunda? Además parecéis muy orgullosos de ese ambiente «poco urbanita».

Solamente estamos orgullosos de donde somos. El grupo pues surgió a partir de la música que nos gustaba, y lo más natural es intentar hacer justo eso, copiar un poco a los grupos que te gustan de verdad.

¿Cómo os veis dentro del panorama nacional? Seguramente sois demasiado salvajes para algunos y demasiado arties para otros.

Puede ser que nos quedemos un poco en tierra de nadie, es cierto, pero la verdad estamos cómodos en esa posición, ya que así es más fácil diferenciarse. De todas formas, no hacemos un estilo tan raro, ni mucho menos.

ImagenEn este «Año Santo» habéis conseguido aunar canciones melódicas e inmediatas como «De la Monarquía a la Criptocracia» con momentos ruidosos como «La Malicia de las Especies Protegidas» en lo que parece un balance adecuado. ¿Habéis desechado muchas canciones?

Más que desechar canciones completas, lo que hacemos es ir probando muchas cosas diferentes. Si algo no nos convence al principio del proceso, lo tiramos, intentamos no perder el tiempo desarrollándolo para nada. Dedicamos más tiempo en buscar ideas básicas de las que pueden surgir una canción que no desarrollando esta.

Para nosotros, lo importante para que una canción funcione es el punto de partida. Si la base no es buena, no nos suele valer la pena desarrollarla o cambiarla, en la mayoría de los casos no acaba funcionando. Igual con ls letras, si no encontramos una idea rápido, tiramos toda la letra y volvemos a empezar, para salvaguardar la coherencia interna de la idea, para escapar del refrito, vamos.

Pero, ¿buscáis la provocación de forma deliberada o es que no os sale otro tipo de letras?

No buscamos la provocación para nada. Pero es que estamos en una época muy mojigata, que cualquier cosa que digas parece que vas contra un colectivo o otro. Nosotros simplemente hablamos de la forma que nos resulta más cómoda o natural. Intentamos por todos los medios huir de los eufemismos. Pero la provocación no es nada que nos planteemos, es más, el provocar por provocar me parece como un poco antiguo e inocente.

El primer disco rezumaba mala hostia, «Año Santo» parece que menos en la lírica, pero tal vez más en lo instrumental. Os quedaréis a gusto cada vez que interpretáis vuestras canciones en directo…

Si, puede ser. El primero fue bastante como desfogar toda la tensión de muchos años. En este, no tendría sentido continuar con lo mismo sobre todo porque disfrutamos con lo que hacemos. En el primero eramos post adolescentes quemados por nuestra situación en el mundo, y eso se refleja. En este, como tenemos la suerte de dedicarnos a lo que nos gusta, no tendría sentido rajar de nuestra situación. Sería un poco falso.

Además, no quiero acabar como los cantantes reivindicativos en plan Macaco, que llevan vidas de lujo como millonarios capitalistas pero después llevan un rollo antiglobalización que lo flipas.

¿Qué han aportado los nuevos miembros a la grabación del disco?

Pues lo mismo que los que ya estábamos. Somos un grupo, y nos comportamos como tal, en el momento que dedican su tiempo al grupo, todos somos miembros de pleno derecho. «Año Santo» lo hicimos entre los cuatro que estamos, y si fuesen otros, sería muy distinto.

La imaginería religiosa parece muy presente en vuestras letras. ¿En que medida os ha influido la, supongo (igual demasiado), puritana mentalidad que os ha rodeado desde pequeños?

Creo que en el primer disco era más evidente. En este, a parte del propio título, que yo no lo tomaría como una referencia cristiana, apenas hablo de nada religioso. Tal vez toco tema paganos, pero si le preguntas a un cura, te dirá que el paganismo no es religión. Otra cosa es que use palabras relacionadas tradicionalmente con la religión, pero los temas del disco no tratan de religión. Incluso la canción «Año Santo», que podría parecer la más religiosa, no tiene nada de eso.

En la mayoría de vuestras críticas se citan géneros como el shoegazing, no-wave o kraut-rock. ¿Significan algo para vosotros, os veis identificados?

Hombre, yo creo que lo de los géneros y las escenas son cosas como de un tiempo y un espacio muy concreto. El kraut por ejemplo, cogió ritmos de los indios norteamericanos, el famoso motorik, y lo convirtió en algo nuevo. Yo pienso que el rockandroll se basa en eso, y nosotros es lo que hacemos. Vamos cogiendo cosas que nos gustan de muchos estilos, y las vamos utilizando como buenamente podemos.

A lo largo de vuestra carrera habéis tenido ya algunas cuestiones dignas de mención. En el Pepeworld hicisteis un poco el papel de «raros de la clase» ante un publico que iba a ver a Smashing Pumpkins o a The Killers. ¿Sintonizasteis con el público? ¿Y en general como se os da interpretar en festivales vuestros oscuros temas con el sol en lo alto?

Ya llovió desde aquel concierto… Para nosotros fue un concierto más, un poco de batalla como muchos otros, pero nada especial. No pudimos probar, y recuerdo que cuando empezamos a tocar, tuvimos que echar por la fuerza al batería de Kasabian ya que se puso a afinar la batería justo cuando empezábamos el concierto. Con eso te digo todo…

Fue comentada en su día vuestra maqueta-peluche roja. ¿Cómo os planteasteis presentaros con algo tan extravagante?

Pues no recuerdo muy bien como surgió la idea, la verdad. Supongo que como nos costó tanto grabar la maqueta, y como habíamos quedado contentos, quisimos hacer un formato especial. Eso si, recuerdo que se nos fue un poco de las manos, ya que no dábamos abasto para satisfacer la demanda. Estaban hechas a mano, claro está,  y para hacer cada una tardábamos 20 minutos aproximadamente. Además, era un lío encontrar los materiales. En total se hicieron creo que casi mil. Nosotros no tenemos ninguna.

ImagenEn entrevistas vuestras que han caído en mis manos se nota una especial aversión por el ensalzamiento de la movida madrileña en pleno siglo XXI. Como es recurrente, no hemos querido privaros de rajar del tema una vez más.

Es que parece que no hemos avanzado nada desde entonces. Y si, yo le reconozco todo el mérito como pioneros y todo eso, pero es que han pasado muchas cosas. A mi me gustan muchos grupos de la época, no necesariamente enmarcados en la movida. Lo que pasa es que en este país, si haces algo ligeramente diferente al pop canónico, ya te emparentan con la movida.

Si os hacemos elegir entre Sonic Youth, Jesus & Mary Chain o My Bloody Valentine, ¿con quien os quedaríais?

Pues me gustan los tres, cada uno fue mi grupo favorito en distintas etapas de mi vida. Tal vez me quede con My Bloody Valentine.

¿Y al margen de Surfin’ Bichos (que les habéis versionado), con que grupo del indie-rock español de los primeros 90 os quedaríais? ¿Planetas, Inquilino Comunista, Penelope Trip… Dover?

Pues con Los planetas, sin duda. Penelope Trip y el inquilino me parecen lo más. Con Dover ni de coña, a mi el rollo grunge, quitando Nirvana, que me encantan y que poco tiene que ver con el circo que vino después, no me gustó ya en su día.

Vuestro nuevo videoclip es una especie de collage de sexo, sangre, oscuridad y rituales. ¿De dónde surge la idea? ¿Va realmente ligado al tema de la canción?

Creo que Luis Cerveró, el director, encontró significados a la canción que nosotros ni nos habíamos planteado. Yo creo que el videoclip mejora la canción, por lo menos a nuestros ojos. Y que conste que no somos mucho de videoclips, pero este en particular nos parece lo más.

En el sonido de este «Año Santo» habéis contado con Paco Loco. ¿Cómo han influido él y sus estudios en la grabación? A tenor de como suena parece que si, pero ¿encajó bien la elección con el sonido o filosofía del grupo?

Si, realmente nos sacó el sonido que queríamos casi sin aparente esfuerzo. Es que Paco es muy bueno en lo que hace. Está al nivel de cualquier productor que me digas de cualquier parte del mundo.

¿Qué esperáis en definitiva conseguir con este nuevo disco? ¿Cuales serían la metas de TAB para este año?

Para nosotros la meta fue sacarlo, después de tanto tiempo desde el primero, y estar contentos con el. Gracias a este disco nos sentimos otra vez con fuerzas y ganas para continuar. De hecho, no queremos que el tercero se demore mucho, estamos ya probando canciones nuevas, que tenemos pensado estrenar después del verano.

Suerte con todo lo que os depare el Año Santo

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