/Crónicas///

Steve Wynn – Bilbao (17/10/2015)

7.5
Satélite T, Completo
Precio: Oct-13

Nueva cita WOP y nuevamente con Steve Wynn de por medio, un nexo que se ha hecho muy fuerte, como nos contaba el propio Steve. Era una noche peculiar en Bilbao y la zona de Deusto en la que nos encontrábamos se encontraba particularmente invadida de la fiebre «runner» de la maratón nocturna. Para no desentonar de la rareza, Steve llegaba en un peculiar formato: en solitario, pero eléctrico y con alguna sorpresa escénica más.

Cerca de la hora anunciada y por sorpresa, salió Mikel Renteria como telonero oficioso que es de muchas citas organizadas por su asociación. Lo hizo para interpretar, esta vez en acústico sin su WOP Band, los sentidos temas que en los últimos años ha escrito, siempre con sus historias familiares en el punto de vista lírico. Castellano e inglés se funden en ese mar de sentimientos muy universales pero con el folk americanista como vehículo.

Fue un buen calentamiento para que Steve Wynn pudiera comenzar su actuación de una forma más natural, ya que el líder de The Dream Syndicate no iba a tomar ni asiento ni la acústica, sino más bien a domar una eléctrica para dar salida a canciones de toda su carrera, las más lentas, las más rockeras, las más oscuras e incluso las que hablaban de temas tan banales como el beisbol, de aquel supergrupo que compartió con gente de R.E.M. y Young Fresh Fellows.

No fue un concierto tan mágico como los que hemos vivido con la vuelta a la vida de The Dream Syndicate, seguramente por lo natural del asunto. Aquí se trataba de Steve interpretando sus temas, de manera bastante improvisada, cambiando a su antojo cada día un setlist por el que rotan infinidad de temas y haciéndosele la boca agua cada vez que habla de comida local (aunque siga llamando tapas a los pintxos, se lo vamos a perdonar).

En lo que sí demostró maestría es a la hora de adaptar, sin alardes ni ceremonias, temas antiguos de puro formato rock a esta vena crooner más contenida. Hubiéramos preferido que se hubiera contenido menos, ya que los mayores arrebatos guitarreros como la propia «The Days of Wine and Roses», fueron los que más calentaron al público que atestaba la Satelite T y además, pues ya que optas por el formato eléctrico, qué mejor que aprovecharlo.

De todos modos, nos quitamos una vez más el sombrero ante un artista de su trayectoria que se quiere mostrar tan cercano a su público y se hace cómplice de iniciativas como la presente, no ya sólo firmando discos sino involucrándose en ese peculiar show cooking con uno de los cocineros del local. Esperamos con ganas que The Dream Syndicate regresen con todas las de la ley porque, como muestra un botón, esa «Burn» final en la que Wynn contó con la ayuda de Mikel a la acústica y los coros, fue uno de los grandes momentos de la noche.

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17 de octubre de 2015