/Crónicas///

Unfinished Sympathy, The – Madrid (16/01/2010)

Eric Fuentes, Joan Colomo, Iban Puigfel, Victor García
8.6
El Sol, Casi lleno
Precio: 8 / 10 €

 

Otra nueva cita Subterfuge Stereoparty a la que asistir y una nueva cita de The Unfinished Sympathy con la que gozar. Para ser honestos a estos chicos hacía ya que no los veíamos en concierto propio, cosa que nos hace poner unos cuantos escalones mas altos su concierto.

Primero Vinila Von Bismarck y sus chicos de The Lucky Dados nos dejaron sensación agridulce. Por un lado porque fueron los segundos más bien los que estuvieron encima del escenario todo el rato, dejando a la joven pin-up simplemente lucirse en unos tres o cuatro temas. Esta claro que el trío sabe muy bien lo que se hace encima del escenario, practicando un rockabilly de libro al que a priori puede sentar muy bien la aportación puramente estética e impactante de esta cantante, ahora que ya no forma parte de Krakovia. Cómo el aperitivo fue escaso, ya nos manifestaremos al respecto más adelante.

Tras un repertorio así de escaso todo el publico puramente rockero tuvo que abandonar las primeras filas para dejar paso a otro tipo de seguidores. Se notó mucho que hubo cambio de tercio mucho, vamos.

El repertorio del concierto de The Unfinished Sympathy comenzó como últimamente ocurre centrado en «Avida Dollars», claro. Pasa que esta vez salimos abrumados por el sensacional sonido que consiguieron sacarle a la Sala El Sol, sala en las que los vimos en torno al año 2004 presentando su sensacional «Rock For Food». ¡Anda que no ha llovido! Apenas conservan a Eric como único miembro, cambiando mucho de registro pero no de calidad, para que engañarnos.

Y es que Joan Colomo es un autentico genio encima de las tablas, sobre todo cuando se marca unos coros tan improvisados y sensacionales como los que suele meter en «Give Up Dig Down». Tampoco anda a la zaga Iban y Víctor (el último en llegar) como sección rítmica impecable e impasible (me acuerdo especialmente de «Homedrunk» y «Spin In The Rye»).

Escuchar a Eric desgañitarse de seguido «You’ve Got A Long Run» y «The Loveless Curse» es algo digno de ver las veces que haga falta. Momento mágico, claro. En los bises cambió el guión fantásticamente con unos cuantos regalos a los que llevamos tantos años viéndolos con «An Investments In Logistics» entre otras.

Al final salí de la sala pensando en como era posible que tanto aquel concierto en época «Rock For Food» como en este con nueva formación haya terminado con la misma sonrisa. Inexplicable, ¿no?

 

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16 de enero de 2010