/Crónicas///

Therapy? – Bilbao (13/11/2012)

Andy Cairns, Michael McKeegan, Neil Cooper
8.4
Azkena, 30% de aforo
Precio: 18/20

Living In The Shadow Of The Terrible Thing
Ghost Trio
Why Turbulence?
Teethgrinder
Die Laughing
Bad Mother
The Buzzing
Unbeliever
Misery
Exiles
Get Your Dead Hand Off My Shoulder
Before You, With You, After You
Isolation (Joy Division)
Turn
Stop It You’re Killing Me
Stories
Diane (Hüsker Dü)

BISES
Nausea
Knives
Screamager
Where Eagles Dare (Misfits)
Nowhere
Potato Junkie

Nos contaron que los grupos de los primeros 90 eran emblema del fenómeno loser, los inadaptados del instituto que formaban bandas de rock. Resultó que una gran mayoría de estos grupos triunfaron de forma estratosférica aún a pesar de trágicos finales, etc. Con la perspectiva del tiempo, que un grupo tan desubicado del centro de gravedad «alternativo» como los norirlandeses Therapy? siga en activo, parece un verdadero símbolo de llevar ese carisma de eternos perdedores con dignidad. Y el hecho de que en el concierto del trío en Bilbao no se llegara ni al medio aforo de una sala que a priori parecía ya pequeña para una banda de su trayectoria, no hace sino confirmar todo esto.

Más de 20 años después y con 13 discos a sus espaldas, siguen ahí sobre el escenario y tanto Andy Cairns como Michael McKeegan ponen la mejor de sus actitudes y sonrisas al asunto, no sabemos si por impoluta profesionalidad o sencillo y buen carácter, pese a esas canciones de temáticas tan oscuras y a menudo hasta psicópatas. Componían la formación de directo junto al más reciente (aunque suma ya 10 años con la banda) batería Neil Cooper y un salvavidas que lo mismo hacía segundas guitarras que coros o efectos. Al que por cierto, se ninguneó en las presentaciones y se nos antoja pieza fundamental para que la cosa suene como tiene que sonar. Gesto un poco feo, pero en fin.

Con esta alineación salieron a escena de traje y camisa. Algo fría y muy lastrada en las voces, «Living In The Shadow Of The Terrible Thing» fue el tema prescindible pero necesario para ir engrasando. Todo lo contrario fue «Ghost Trio» que sonó como un tiro gracias a su obsesión instrumental que nos llevaría por primera vez a poner toda la atención en la maestría de Cooper. El trío no escatimaría en temas nuevos, seis nada menos. Algunos sorprendieron en el directo, otros no tanto. Su carácter excesivamente experimental y escasamente melódico a veces es un escollo en un repertorio tan lleno de hits y en el que quedarían tantos fuera (Meat Abstract, Trigger Inside, If It Kills Me y un largo etcétera), aunque sonaron bien y con ímpetu. Por contra, tan sólo sonó «Exiles» de su brillante disco anterior «Crooked Timber», una pena.

Pero lo cierto es que no hubo en el momento mucho tiempo de lamentarse por ausencias de setlist. Pronto entraríamos en calor nostálgico con el baile industrial de «Teethgrinder» y la banda saltando – especialmente saltarín McKeegan-. Y aunque Andy Cairns se disculpó por su mierda de español y al ser irlandés, también por su mierda de inglés, no escatimó en chascarrillos. Por ejemplo dedicando a Kurt Cobain y Amy Winehouse una enorme «Die Laughing» que marcó la primera parada en el esperado «Troublegum», ese disco tan grande que es a la vez punto álgido y lastre para su carrera. Más adelante sonaría «Unbeliever», como el resto, todas muy fieles y a la altura de cómo están grabadas en la memoria. De hecho parece que lo único que faltaba en esa postal era un pogo o mayor movimiento entre el público, pero las circunstancias no acompañaron. Crisis, demasiados conciertos para un martes en una ciudad como Bilbao, etc.

Sin lugar a dudas fue cuando rescataron esa inmortal y metalizada versión del «Isolation» de Joy Division cuando mayor fiebre se desató entre el público. Siempre parece extraño que una versión levante más pasiones que las canciones propias pero este es uno de esos casos en los que otra banda hace una canción suya, sin duda. Así lo tenemos que sentir algunos que incluso descubrimos antes esta que la original. Más adelante caería otra versión ilustre de su repertorio, «Diane», que sonó lógicamente sin cuerda y más rockera y acelerada. En definitiva, algo más fiel a la de los propios Hüsker Dü. Con ella cerrarían la primera parte de un concierto que entre ambos homenajes tuvo un remember Troublegum-Infernal Love en lo que fue una fiesta 90’s que contentó a todos los fans y dónde sólo cabe quejarse de una «Turn» algo atropellada.

Y es que la palabra fiesta viene bastante bien para describir el concierto. Ya que pese a un repertorio que ahonda en sonidos oscuros y temáticas a juego, se mostraron como verdaderos fans de hacer al público aplaudir, jalear, etc. Esto, que en cierta medida queda simpático llegó a parecer en ocasiones demasiado recurrente, uno entiende que una banda se quiera ver arropada pero rellenar todas las partes instrumentales de las canciones con palmadas no es mi idea de la mejor experiencia de concierto. Así que pequeño tirón de orejas por ese lado, el carisma de Cairns y sus miradas de psicópata ante la luz blanca del foco aportan un clima suficientemente interesante sin tanta interacción con el público. Pero también hubo fiesta en positivo gracias a esos guiños que hace la banda, por ejemplo al «Hey Hey, My My» de Neil Young o a ese «Rose Garden» cuyos acordes aquí nos toca conocer más por Duncan Dhu.

Pronto volvieron para redondear con una tanda de bises generosa y que volvió a sus primeros tiempos con «Nausea» para sorprender con «Knives» que venía siendo ausencia en el repertorio de esta gira enlazada con «Screamager», tal como la gloriosa apertura de Troublegum y después introducir una genial versión del «Where Eagles Dare» de Misfits antes de finalizar con la doble traca de clásicos imprescindibles, «Nowhere» y «Potato Junkie» en la que nos hicieron cantar a todos que James Joyce se estaba follando a nuestra hermana. Cerca de la hora y media de concierto que, viendo otros setlists, seguramente se hubiera alargado si el recibimiento bilbaíno hubiera sido más cálido, pero por nosotros muy poco que objetar para una banda con esta trayectoria y que aún sigue capaz de hacernos disfrutar tanto en directo.

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13 de noviembre de 2012