/Crónicas///

Ten Volt Shock – Bilbao (14/04/2012)

8.0
Gazte Lokala, Lleno
Precio: 4 €

Siempre complementando la oferta de conciertos de la ciudad, el Gazte Lokala de Deusto volvía a programar un triplete de conciertos que, si no ya por el interés particular de ver a las bandas, merecía la pena por su ridículo precio.

Abrían Erizo, a los que ya vimos por este mismo local el pasado año. Los vitorianos siguen fieles a su cacharrera versión del power-trio, a caballo entre el indie-rock de los 90 y el punk estridente. La cuestión es que venían ya presentando canciones de su nuevo y tercer disco, que a primera impresión nos sonaron bien y salvan un poco el gran obstáculo para escuchar a la banda; una escasez de melodías que parece a propósito. Ruidosos en lo musical y con una voz que juega a irritar, parece que se han acercado un poco a la melodía en los riffs.

Vinieron después Inserta, que jugaban muy en casa (se notó en el cambio de lleno de un concierto a otro), lo cual no resta ningún mérito a un sólido directo en un estilo que bebe del post-hardcore de At The Drive-In, Interlude o la época de Standstill que corresponde a esos parámetros. Esta vertiente intensa y nerviosa la complementan con tonos más rockeros y una actitud muy dinámica sobre el escenario, especialmente de su vocalista principal, que ayuda a encender a la gente. Lo dicho, un directo digno de una ya larga trayectoria en esto.

Los visitantes de fuera eran los alemanes Ten Volt Shock, trío de Friburgo con dos miembros de Kurt. Su estilo puede ser facilmente descrito como post-punk-noise, la rítmica incesante del género ochentero junto a un ruidismo casi constante conformaron una masa sónica aplastante y machacona, pero también muy divertida en directo y que invitaba a moverse. Tanto que parte del público se acabó desmelenando, organizando pogos y crowdsurfing. Unos temas se inclinaban más al punk-hardcore, los que contaban generalmente con mayor presencia de la agresiva voz y otros más a una suerte de rock garajero con furia contemporánea. Tuvieron algún problema de coordinación al comenzar algún tema y el cantante y guitarrista rompió una cuerda, pero en fin, con una propuesta tan basada en la sección rítmica, no hay problema para que continúe el concierto como si no hubiera pasado nada mientras se repone. Monolíticos y al grano, como la versión punki y cabezona del math-rock, arrollaron.

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14 de abril de 2012