/Crónicas///

Primavera Club – Madrid (26/11/2010)

8.2
Rock Kitchen, Medio aforo
Precio: Varios precios

El Primavera Club tuvo su despedida con Dj Coco para el 80% de los asistentes madrileños, pero el oficial era el domingo con nombres que no había que perderse entre los cuatro del cartel.

La misma sala que abrió las puertas, la recién recuperada Rock Kitchen, se vistió de gala para despedir la edición del año 2010 de un festival que ha pisado fuerte año tras año. Es una realidad absoluta que se ha asentado en Madrid, y ya va a formar parte de la escena local de manera permanente, a pesar de que si hay muchas cosas que mejorar con sus infraestructuras.

Volviendo a lo estrictamente musical, Jaill abrieron con muchas dudas la noche, ante unos cuantos curiosos. Sinceramente, la propuesta resultó de entre lo más aburrido del festival, aunque es más fácil que pase eso el domingo que el miércoles, claro. El trío, que sonaba fuerte, acusó el no sonar a nada concreto. Tampoco es que lo hicieran rematadamente mal, pero ni nos dieron canciones ni un estilo definido ni nada a lo que terminar de agarrarnos. Quizás cuando su buena pegada se transforme en una colección de canciones a la altura sea otro cantar.

Con Male Bonding nos pasó más bien al revés, fallaron en la interacción con el público cuando a base de macarrismo lo deberían haber conseguido de sobra. A pesar de ello y de la ausencia de sonido de la voz, el concierto nos mostró una banda muy compacta, contundente y sucia, aunque el exceso de volumen y el cansancio acumulado frenara el esperado aluvión de adrenalina. Que buenos temas son «Year’s Not Long» y «All Things This Way», pero con un poco de actitud habría sido mucho mejor.

Sobre el concierto de Beach Fossils nos es inevitable narrarlo comparándolo con el del día previo: concierto más corto, menos intenso, más disperso y con una interpretación repetitiva. Seguimos pensando que no les hace bien a sus canciones tener una batería completa, pero vimos un grupo mucho menos alocado y centrado. Evidentemente, no podían permitirse ya otro desliz tan punk como el del Neu!, así que sacaron su cara amable para perder un poco el factor visual y descuidado. Aún así lo hicieron bien, y ese estilo en vivo que los sitúa a medio camino entre Real Estate y The Drums, los pone en muy buen lugar.

El cierre del festival, ya a horas intempestivas para un domingo de resaca, era tarea complicada hasta para unos Screaming Females que pintaban interesantes en disco, pero al final el power trío arrasó literalmente a todos con una de las propuestas más arrolladoras de todo el festival. Se puede decir que finalmente fueron ellos (sobre todo su gritona y sensacional guitarrista) los que se llevaron el gato al agua tirando de guitarras abrasadoramente rockeras, de una impoluta base rítmica y de una propuesta ante todo muy viva. Lejos del sonido algo más comedido, lo-fi y flojo, sacaron la casta para llevarnos a todos por delante. Sensacionales.

Gracias por hacernos pasar un lunes mortal, Primavera Club. Nos veremos en Mayo…

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