/Crónicas///

Pony Bravo – Bilbao (01/03/2013)

Daniel Alonso, Pablo Peña, Darío del Moral, Javier Rivera
8.5
BizBak, Completo
Precio: Gratis

SETLIST PONY BRAVO
La Voz del Hacha
Fullero
Noche de Setas
Superbroker
Turista Ven a Sevilla
Ninja de Fuego
El Político Neoliberal
Whip It (Devo)
Eurovegas
El Rayo
Salmo 52:8
La Rave de Dios
Mangosta
Mi DNI

BISES
El Campo Fui Yo
China da Miedo

Toca aplaudir de nuevo la iniciativa del BizBak Indie Fest. Sobre todo cuando se le da a un espacio público, como es un paraninfo de la universidad, un uso cultural. Que debería ser lo normal, ¿no? Pero el acercamiento a las formas de cultura contemporáneas no suele ser la tónica. Y hay que aplaudirlo sobre todo cuando realmente el cartel es tan estimulante como el de la jornada que nos ocupa. Desde el regreso de la cantautora vasca Saioa, pasando por la incógnita de supergrupo local que eran Separatistas y unos Pony Bravo en un momento de candencia, a días de lanzar nuevo disco, me atrevería a decir que cualquiera con un mínimo interés por la música debería sentirse atraído por algo así. Y gratis.

Por tanto quizá no era tan raro que ya cuando entramos al concierto de Saioa se notaba un lleno muy abultado para esa hora en las butacas de la flamante sala. Demasiado grande seguramente para la música de la de Legorreta, una hormiga con su guitarra en el centro del amplio escenario, rodeada por todo el equipo de quienes la sucederían. Enfocó su actuación a los temas de su nuevo disco “Natura” aunque los alternó con alguna canción más antigua en inglés y terminó con una versión del “Hallelujah” de Leonard Cohen que no aportó demasiado. Detalle que no me pude sino tomar como una peculiar broma del destino ante mi queja de que el día anterior David Bazan terminara también su actuación con tan manido clásico. El carácter tímido de la cantautora y lo minimalista de su música no terminaron de cuajar en cualquier caso con el carácter de la cita.

A continuación, teníamos ganas de ver qué invento improvisado era este de Los Separatistas, una banda en la que encontrábamos a los 3 Atom Rhumba más activos (Rober!, Joseba Irazoki e Iñigo Cabezafuego), Mikel Abrego (Negu Gorriak, Anari…) y Felix Buff (Willis Drummond). Era un poco lo que nos imaginábamos, pero si cabe más ruidoso, caótico y festivo. Garaje oxidado, blues-rock punkerizado, todo repleto de mucho ruido en parte gracias al juego de contrapie de ambos baterías, en parte a Rober! maltratando teclados (hasta de cabeza). Una banda de amigos pasándoselo en grande, en la que todo parece muy natural y poco pensado.

Y encabezada la banda claro por un Dan Wilson de The Cubical, el guiri entre vascos, con esa voz desgarrada y esos desgarbados bailes a menudo lata de cerveza en mano. Junto con un Cabezafuego algo más discreto de lo normal, tal vez por contraste con un Joseba Irazoki desatado y poniendo caras de loco y Rober!, que parecía el director de orquesta, encargado de vigilar que ese caos de rock n roll sonara bien, nos dieron muestra de un cancionero que esperamos escuchar pronto en disco y ver en directo hasta que se aburran, porque no me cabe duda que el aburrimiento puede ser la única defunción del proyecto, por encima incluso de la distancia. Las letras no sé si nos las llegaremos a aprender, pero el propio Dan se dedicaba a leerlas, así que no hay problema. Lástima del recinto y sus restricciones, no me quiero ni imaginar a esta gente tocando en una fiesta al aire libre la que pueden llegar a liar.

PSICODADAÍSMO SEVILLANO

Y por fin salieron Pony Bravo, que hicieron la prueba de sonido delante de un auditorio repleto. Contaban que no se podía salir del edificio si querías volver a entrar así que, comparando con las cifras del pasado año al menos un éxito total de la jornada. No deja de ser curioso cuando no hace tantos meses, y ya con “Un gramo de Fe” muy rodado, Pony Bravo visitaron Bilbao por primera vez y se quedaron lejos de llenar la Azkena. Aquel concierto fue glorioso y su sombra se impuso inevitablemente a esta nueva ocasión, pero entre que las circunstancias eran muy diferentes (ver a Pony Bravo sentados no es lo mismo) y ellos venían tocando por primera vez canciones de su disco aún por editar (el lunes o el martes, nos dijeron), se disculpa todo.

Pero realmente fueron celosos de tocar muchos nuevos temas y en cambio cayó “Un Gramo de Fe” casi entero, con sólo 3 ausencias, de hecho. Así comenzaron a psicodelizarnos con “La Voz del Hacha” e introdujeron la instrumental “Fullero” para proseguir el comienzo de aquel disco con “Noche de Setas” y “Superbroker” que dedicaron al de siempre pero dejándola muy abierta, en vista de la actualidad política. El comentario político, siempre movido por el sarcasmo o lo absurdo parece cada vez más presente en su música y así lo dejaron ver los temas nuevos: “Turista, ven a Sevilla” siendo una crítica de su desnaturalizada ciudad con frases como “la policía controla la noche”, “turista, te queremos, tu trae el dinero” y la new-wavera “Eurovegas” (apropiadamente seguida de una bastante fiel “Whip It» de Devo), absolutamente hilarante tanto en letra como en forma de cantar esos slogans que venden las maravillas del futuro macrocasino.

Como siempre, se mostraron simpáticos y graciosos en sus comentarios, quizá algo más cortados ante la imponente sala pero en lo musical no parece que el giro esta vez vaya a ser tan radical. La banda se encuentra cómoda en esa psicodelia abierta, en la que se retiene parte de rock andaluz, como “Ninja de Fuego» o “Rayo”, única superviviente de su debut, pero cada vez se enfoca más a esa concepción cristalina y colorista, esos efectos hipnóticos de Daniel Alonso palmeando el teclado mientras Pablo, Darío y Javier se cambian guitarra por bajo y bajo por batería, en un carrusel mutante muy apropiado para su propuesta.

Aplaudida fue la presentación de la salsera “El Político Neoliberal” nuevo single cuyo vídeo, en la línea de los irreverentes fotomontajes de Alonso, ha corrido como la pólvora en apenas dos días haciéndola uno de los momentos esperados con esa genial crítica dadaísta de letras como “yo hago lobby lobby lo vi robar lo vi robar”. Otro de los momentos agurdados fue claro, “La Rave de Dios” que sonó muy apresurada, tal vez como si la banda estuviera un poco harta de su éxito, al igual que “Rayo” fue más caótica de lo normal. O quizá fuera todo casualidad. Con una versión extendida de “Mangosta” y el siempre gracioso retrato-rap de la escena que es “Mi DNI” a cargo de Pablo Peña despidieron el concierto y fue un poco extraño que con la gran acogida que tuvieron, tanta gente hiciera ademán de irse sin esperar unos bises. Que por supuesto llegaron en apenas un minuto con el irresistible colocón naturalista de “El Campo Fui Yo” y “China da Miedo”, terminando por tanto en catarsis psicodélica de las buenas.

Les hubiéramos disfrutado más bailando y en una sala más pequeñita, aunque viendo el panorama entendemos que el cuarteto empieza a jugar en aforos grandes también por el norte. Merecido porque, en cualquier caso, son una de las formaciones más personales y definitorias de una época en que nuestro indie se ha desdoblado terriblemente entre los que hacen lo de siempre y los que siguen sus propios caminos. Pony Bravo están a años luz de la mediocridad pop y eso que el setlist pareció pecar de, dentro de su diversidad, tirar demasiado hacia una misma faceta de la banda. Entendemos que fue un set un tanto especial y veremos que tal se configura con más temas de ese tercer disco que no nos quisieron desvelar demasiado.

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1 de marzo de 2013